Se llama Javier García Tinoco y no es hijo de Javier García Chávez. Aunque comparten nombre y primer apellido sus trayectorias son totalmente diferentes; el recién designado representante del Poder Ejecutivo en el Órgano de Administración Judicial del Poder Judicial del Estado nació en Cuernavaca y lleva más de 15 años trabajando en el servicio público, tanto a nivel federal, estatal como órganos autónomos.
De hecho, Javier desde niño entraba y salía de Palacio de Gobierno, pues su mamá era burócrata y llevaba a su hijo a la Guardería que alguna vez estuvo en la azotea de ese edificio, hasta que un día tuvieron que permanecer hasta las diez de la noche porque un grupo de manifestantes cerró la reja con cadenas y candados además de quemar chiles secos. Desde esa ocasión, (hace más de 30 años), la Secretaría de Administración decidió reubicar a los niños al edificio Bellavista.
Como muchos hijos de empleadas de Gobierno, Javier estudió la primaria en la escuela Benito Juárez, en el centro de Cuernavaca; la secundaria en su colonia (La Dos, de Alta Vista) y el Bachillerato en el Plantel uno del Cobaem.
Fue un estudiante brillante en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y desde antes de concluir la carrera ya trabajaba en la Consejería Jurídica del Gobierno estatal como auxiliar administrativo, terminando como jefe de departamento en tiempos de Marco Adame Castillo. Su jefe directo era el hoy magistrado Manuel Díaz Carvajal.
En el sexenio de Graco Ramírez estuvo como analista especializado en la Dirección General Jurídica de la Secretaría de Gobierno. En 2016 emigró al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), donde fue asesor de un consejero electoral. Regresó al Poder Ejecutivo un año después en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, pero sólo por un par de meses.
En mayo de 2017 consiguió un trabajo como subdirector jurídico del Centro de Convenciones de Morelos, dependiente de la Secretaría de Turismo del Estado. Ahí fue donde conoció a Edgar Maldonado Ceballos, quien ya venía con la titular, Margarita González Saravia, desde el Patronato de la UAEM, donde ambos fueron subordinados de Mario Caballero.
Siendo subdirector jurídico del Centro de Convenciones, Javier García y su esposa sufrieron un duro golpe: a su única hija le detectaron leucemia, por lo que tuvieron que irse a vivir a la Ciudad de México para que la niña de tres años recibiera tratamiento oncológico en el Hospital Siglo XXI. Ante la falta de recursos y la necesidad de que la menor recibiera atención especializada, Javier y su esposa crearon la Fundación “Todos con Gigí” para conseguir fondos. Desafortunadamente, y a pesar de todos sus esfuerzos, su hija falleció.
Sin conocerlo, la secretaria de Turismo no solamente lo apoyó sosteniéndolo en el cargo mientras atendía a su pequeña enferma, sino que le dio la oportunidad de que fuera contratado como asesor jurídico externo, lo que le permitió trabajar a distancia. En 2020, recibe la invitación para incorporarse a la Dirección General de la Lotería Nacional, siempre bajo las órdenes de Edgar Maldonado. Cuando Margarita González Saravia anuncia que buscará la Gubernatura de Morelos, los dos abogados renuncian a la Lotenal y se meten de lleno a la campaña.
Lo primero que tuvieron que hacer fue defender a la aspirante en las numerosas denuncias ante las autoridades electorales por “actos anticipados de campaña”, sin que le lograran comprobar ninguna. Luego, el contraataque a quienes apoyaban a la otra candidata, Lucy Meza, por la guerra sucia que implementaron en contra de la hoy gobernadora. Por eso en la mayoría de los expedientes del IEEM aparece Javier García Tinoco como abogado del Partido Morena.
A la hora de las asignaciones, la gobernadora le pidió a Javier que se hiciera cargo de la Comisión de Mejora Regulatoria (CEMER), pues una de las recurrentes quejas de la ciudadanía durante la campaña fue que había exceso de trámites para iniciar proyectos productivos. Pero le encargó un asunto especial: la tramitación de la denominación de origen del mezcal morelense ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), algo que ya llevaban años intentando un grupo de productores de mezcal de diferentes municipios del estado.
Antes del año, específicamente a fines de junio pasado, se dio la noticia de que la entidad ha sido oficialmente incorporada a la Denominación de Origen Mezcal, lo que significa que su producción artesanal de esta bebida ancestral será protegida y reconocida a nivel nacional e internacional.
Por si fuera poco, Javier García Tinoco también logró reducir a la mitad el número de trámites de la ciudadanía ante las diferentes dependencias de la administración estatal, en coordinación con la Agencia Digital que encabeza Samuel Rivera.
Suponemos que todo lo anterior sirvió para que la gobernadora tomara la decisión de designarlo como su representante en el recién creado Órgano de Administración del Tribunal Superior de Justicia, que contempla a dos representantes del Poder Legislativo y dos del Judicial, donde Javier García Tinoco tendrá que hacer uso de sus conocimientos en administración, mejora regulatoria y derecho, pero sobre todo demostrar un alto grado de honestidad y lealtad a quien lo puso en el cargo.
GAMBOA QUERÍA SEGUIR EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD.- El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos (TSJEM), Juan Emilio Elizalde Figueroa, asistió a la Asamblea de la Barra de Abogados del Estado de Morelos A.C., el pasado sábado en importante hotel al norte de la ciudad.
Su participación se realizó a invitación de la presidenta de la Barra, Adela Manzanares, quien le entregó un reconocimiento por su destacada trayectoria dentro del Poder Judicial y su compromiso con el fortalecimiento del Estado de Derecho.
Asimismo, recibió una medalla conmemorativa por el 50 aniversario de la agrupación, celebrada el pasado mes de junio, y un reconocimiento por su valiosa colaboración como invitado especial durante la asamblea, en la que compartió su visión y experiencia en el ámbito jurídico.
Durante su participación, comentó a sus colegas que su antecesor (sin decir su nombre pero que todos sabemos que era Jorge Gamboa Olea), intentó negociar con los otros dos poderes para permanecer como representante del Poder Judicial en la Mesa de Paz y Seguridad, ante lo cual la respuesta tajante del hoy magistrado presidente fue: “Eso es intransitable, prefiero renunciar”.
HASTA MAÑANA.