Desde su nacimiento en 1992, el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), ha sido una de las dependencias más difíciles de conducir, tanto administrativa como políticamente hablando. El hecho de que maneje una nómina de 23 mil 500 personas entre docentes y administrativos, para dar educación a más de 350 mil estudiantes, ya lo convierte en un verdadero “monstruo” que pocos han podido controlar.
Si la memoria no nos falla, la lista de titulares designados por el gobernador en turno es la siguiente: Francisco Argüelles, Julio Reyna Gutiérrez, Elsa Aguirre Bahena, Oscar Puig Hernández, Raúl Ruiz Rodríguez, Oscar Montealegre Castillo, Aroldo Aguirre Wences, Felipe Sedano Reynoso, Marina Aragón Celis (en dos ocasiones), Fernando Pacheco Godínez, Yaneli Fontes Pérez y Eliacín Salgado de la Paz.
Uno de los aspectos más complejos del IEBEM, es que forzosamente tiene que lidiar con la organización sindical más grande de América Latina: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya representación en Morelos es la Sección XIX, famosa por su combatividad y participación en la política (no en balde ha sido el trampolín para diputaciones federales y locales).
Precisamente esa fama es la que ha ocasionado la leyenda urbana de que “si no tiene el aval del SNTE ningún director puede sostenerse en la dirección del IEBEM”. Y esa correlación es la que ha provocado que patrón y trabajador lleven una especie de complicidad en muchas de las actividades que se realizan.
Por ejemplo, cómo olvidar aquel episodio de “la lista de los aviadores del IEBEM” que dio a conocer nuestra compañera Tlaulli Preciado, en la que estaban muchos funcionarios, políticos y hasta periodistas. Fue un escándalo, pero los beneficiarios no perdieron sus plazas, bajo el argumento de que no eran “aviadores” sino “comisionados del sindicato”.
Otro negocito muy lucrativo son los famosos “descuentos automáticos” que se han aplicado desde siempre, y que representa un jugoso ingreso extra para quienes se encargan de hacer la nómina.
Hay por ahí una caja de ahorro (COOPERATIVA DE AHORRO Y PRÉSTAMO DEL MAGISTERIO DE LA SECCIÓN 19 DEL S.N.T.E., S.C. DE A.P. DE R.L. DE C.V) que originalmente pertenecía a la Sección XIX pero que muchos años después un grupo de particulares reclamaron como suya, y el litigio ya lleva siete años en el Tribunal Superior de Justicia.
La asignación de plazas a cambio de dinero, favores sexuales o entre familiares es algo común en el gremio magisterial. Basta ver cuántas parejas y cuantos hijos tiene cada líder sindical. Si hicieran un estudio como el que realizaron en el Poder Judicial Federal para medir el nepotismo, se sorprenderían.
Todo este breviario cultural tiene como objeto llegar a lo que ocurrió el pasado viernes: la destitución del director del IEBEM, el profesor y miembro activo del SNTE, Leandro Vique Salazar.
Vique Salazar, miembro de una familia de maestros (propietarios del Colegio Dr. Río de la Loza), podemos decir que es el más popular del magisterio en Morelos. Su particular forma de ser, amigable, sencillo, bonachón; lo convirtió en un excelente capital político en las elecciones del 2024. Tan sólo con su familia, los Vique representaban un buen número de votos que cualquier candidato hubiera deseado, pero él se decantó por Margarita González Saravia.
Tras el triunfo de Morena y aliados, Margarita optó por Leandro Vique para la dirección del IEBEM, a pesar de que había un evidente conflicto de interés por ser miembro del SNTE y tener familiares en todo el magisterio. Los primeros diez meses pasaron sin mayor problema, en una larguísima “luna de miel” entre el SNTE y el IEBEM.
Pero como nada es para siempre, con el inicio del nuevo ciclo escolar comenzaron los conflictos con los diferentes liderazgos del magisterio. Felipe Castro Valdovinos, un mercenario magisterial que lo mismo ha sido dirigente del Partido Nueva Alianza (brazo político del SNTE) que apoyó a Rodrigo Gayosso y buscó la dirigencia de la Sección XIX, comenzó a exigir prebendas ahora bajo las siglas del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación (SITEM). A regañadientes, Leandro Vique lo recibió y le dio respuesta a su pliego petitorio.
Luego, tuvo diferencias con la dirigencia de la sección XIX del SNTE. Aparentemente, el problema fue 250 casos de maestras y maestros a quienes les adeudan diferentes conceptos desde enero, pero parece que hubo otros temas que no se hicieron públicos. (“Entre profesores te veas”).
Aunque no de manera totalmente tersa pero se le iba dando salida a los problemas planteados. Sin embargo, el pasado viernes hubo una acción totalmente sorpresiva: al estilo de Alberto Capella en tiempos de Graco Ramírez, llegaron policías a las instalaciones del IEBEM y se comenzaron a desplegar por todas las instalaciones.
Al mismo tiempo, elementos de la Fiscalía Anticorrupción llegaron hasta las oficinas de la Dirección Jurídica (afortunadamente ya no está Edgar Urquiza, si no hubiera arribado con policías portando armas largas). Frente a la mirada atónita de los servidores públicos, llegó la contralora Alejandra Pani y la secretaria de Educación, Karla Herrera. Anunciaron que estaban ahí para darle posesión como nuevo director a Raúl Aguirre Espitia, quien se venía desempeñando como director de Vinculación y Enlace de la Secretaría de Educación Pública del estado.
Algunos colegas lo han tachado de “graquista” pero no encontramos el nexo con el exgobernador Graco Ramírez. Su historial laboral es interesante, pues fue director de Ejecución y Procedimientos en la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización del Congreso del Estado de Morelos. De ahí en fuera siempre ha trabajado con Karla Herrera.
¿De quién habrá sido la idea de llegar con policías a un relevo administrativo? No lo sabemos, pero lo cierto es que quien lo propuso conoce perfectamente el “monstruo” que es el IEBEM. De no ser por la presencia policiaca —y una filtración— hubiese tenido como consecuencia que no se llevara a cabo la sustitución del director.
Quizás fue idea de Hugo Marmolejo, el primer director jurídico que llegó “con la espada desenvainada” y les dijo a los abogados (sindicalizados todos) que los iba a correr porque negociaban los juicios laborales. Al otro día ya no lo dejaron entrar.
El viernes, hubo una reacción tardía de algunos sindicalizados, quienes tomaron pacíficamente las instalaciones del IEBEM y exigieron la reinstalación de los trabajadores despedidos (sin saber todavía los nombres ni los motivos de la destitución), convocando para hoy lunes a una huelga de brazos caídos.
El líder de la Sección XIX, Joel Sánchez Vélez, les advirtió que “no vamos a defender lo indefendible”, por lo que se espera que hoy la gobernadora dé a conocer cuáles fueron los motivos o las sospechas que provocaron este inusual operativo, con lo que se irá diluyendo el movimiento de resistencia de los despedidos del IEBEM.
HASTA MAÑANA.