La organización delictiva denominada “Los Aparicio” que opera en los municipios del oriente de Morelos, tiene una estructura que incluye vendedores de droga, extorsionadores, sicarios, pero también quienes se dedican a “lavar” dinero a través de negocios lícitos como gasolineras, farmacias, cantinas y hasta un balneario. En otro nivel se encuentran los que controlan el gobierno municipal de Temoac, a través de cargos obtenidos mediante el voto popular, siempre bajo amenazas de las familias Romero y Aparicio.
Lo más increíble de todo esto es que el fundador y jefe de la organización opera todo desde la cárcel. Sí, Arturo Romero Aparicio purga una condena por secuestro en un centro penitenciario de Puebla, y en los próximos meses podría obtener su libertad.
Romero Aparicio es esposo de Angelina Zamora Castillo, quien era hasta hace un año tesorera municipal de Temoac, cargo que se ganó a base de votos, pues en este municipio se rigen por usos y costumbres, y una de esas reglas es que la Tesorería no es asignada de acuerdo al perfil, sino a la planilla que obtenga el mayor número de votos.
La presidencia municipal se la van turnando entre cuatro comunidades indígenas: Popotla, Huazulco, Amilcingo y la Cabecera Municipal.
En el trienio 2022-2024, le tocó el turno a Huazulco. Andrea Angelina, conocida como La Patrona, participó en la contienda electoral para el puesto de tesorera con la planilla liderada por Emigdio Capistrán Velázquez e impulsada por el Partido Encuentro Social (PES). Esa fórmula ganó y, según testimonios, en varios poblados la gente votó bajo presión del grupo “Los Huazulcos”, como se les conoce también a esta organización delictiva.
Para el periodo 2025-2027 el ganador fue Valentín Lavín Romero, quien es originario de Huazulco, pero para estar en condiciones de competir se compró una casa en la cabecera municipal de Temoac. Sus nexos con los Aparicio son evidentes, pues está casado con Marisol, una de las hijas de Arturo Romero y Angelina.
La comunidad identifica a doña Angelina como una persona “amable y de buen corazón” que ayuda a quien lo necesita. Algunas personas la recuerdan como una muchacha humilde que se dedicaba a vender dulces típicos en el crucero de Amayuca.
“Pero Arturo fue el que la echó a perder. Primero la enamoró y luego le hizo cuatro hijos, a los que abandonó para dedicarse a delinquir”, comenta un habitante de Huazulco.
Irónicamente, fue cuando Arturo entró a la cárcel cuando a esa familia le comenzó a ir bien económicamente hablando. Cada vez compraban más terrenos y ponían más negocios en la misma localidad.
¿De dónde salía el dinero? Se preguntaban los vecinos.
La respuesta está en los periódicos de Puebla.
“La cárcel era tan suya que podía conseguir 20 mil pesos diarios por la renta de cuartos para que los reos tuvieran sexo. Podía cobrar 200 o hasta mil 800 pesos por una copa de alcohol. O mil pesos por la renta de un teléfono”, dice un reportaje publicado en el periódico ContraRéplica en 2020.
“En el penal era tan sencillo y redituable ofrecer todas esas cosas, que es difícil calcular cuánto dinero obtuvo durante los 16 años que estuvo recluido en San Miguel, antes de la madrugada del 23 de marzo de 2020, el día en que el gobierno del estado decidió trasladarlo al penal de Tepexi de Rodríguez”, agrega el reportero Mario Galeana.
En un cateo realizado semanas después, encontraron en su celda casi 500 mil pesos en efectivo. El efectivo que obtenía de los negocios ilícitos que operaba dentro del centro penitenciario (era concesionario de las pipas de agua que surtían el Penal, y también de la farmacia), lo mandaba a su familia para que lo convirtiera en dinero limpio.
De manera paralela, controlaba el negocio de la extorsión y la venta de drogas en Temoac y sus alrededores. Para ello utilizaba a su hijo Arturo y a un yerno de nombre Hassam, a quien mataron por una disputa de drogas.
Pero como suele ocurrir en la mayoría de las organizaciones delictivas, operan con tanta impunidad que ya no guardan las formas y su fama comienza a trascender. Los comerciantes de los alrededores comenzaron a denunciar que estaban siendo víctimas de extorsión, y era un secreto a voces que los responsables eran “los Huazulcos”, también conocidos como “Los Aparicio”.
Siendo todavía tesorera del Ayuntamiento, el12 de noviembre de 2024, Andrea Angelina fue arrestada durante un operativo de autoridades locales y federales. Le aseguraron tres armas largas calibre .223; cinco armas cortas de diferentes calibres; nueve teléfonos celulares y varias dosis de metanfetaminas, cocaína y marihuana.
Meses después fue dejada en libertad, aunque debía ir a firmar periódicamente al Juzgado de Cuautla. En lugar de retirarse de las actividades delictivas, “La Patrona” —como la conocen— incrementó su poderío y preparaba su venganza contra aquellos que “le pusieron el dedo”.
Sin embargo, el pasado lunes los habitantes de Amilcingo y Huazulco vieron cómo elementos de la Guardia Nacional prácticamente sitiaban ambas comunidades indígenas.
Al otro día se enteraron que Angelina fue detenida por segunda ocasión, junto con otras 10 personas, en medio de un operativo interinstitucional en el que participaron policías ministeriales del estado, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, así como miembros del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Secretaría de Marina.
El temor de los habitantes de esta región es que —nuevamente— Angelina Zamora contrate a los mejores abogados penalistas y reparta dinero entre jueces y magistrados, para regresar a su comunidad a vengarse, mientras espera a que su pareja sentimental (Arturo Romero Aparicio) salga de la cárcel y venga a disfrutar de su fortuna.
HASTA MAÑANA.