Tener una biblioteca personal es una locura, lo fue antes, lo será después. ¿Para qué se empecina una persona en acumular libros durante años en su vivienda, para que luego quién sabe qué pase con ellos tras su partida? Parece un despropósito, una malévola manía.
Hay detalles interesantes que expondré como una divagación más sobre el tema. En general, acumular cosas está mal visto en nuestra sociedad metiche y criticona. Si llenas tu casa de peluches te verán raro; si resguardas basura no querrán entrar ahí; si juntas demasiados triques hasta pueden acusarte de poner en riesgo la zona.
En cambio, si acumulas libros suele ocurrir el efecto contrario: hasta puede haber admiración en quien lo sepa. Esto ocurre, según yo, porque los libros (leídos o no) representan un capital cultural importante y sobre todo reconocible: quien acumula libros lo más seguro es que sepa muchas cosas, eso se supone.
Una biblioteca personal hace pensar a las personas cosas positivas de su dueño, esto sin siquiera preguntar sobre el origen o fin de dicho acervo. La verdad es que eso no se puede saber bien, a menos de que se entreviste al acumulador.
Hay diferentes motivos para acumular en forma de biblioteca libros en un sitio específico. Lo que yo he escuchado es que se tienen y mantienen para aprender, para reunir una determinada cantidad de conocimiento, que puede consumirse a cierto ritmo por una o varias de las personas relacionadas con la vivienda.
También hay quien acumula casi sin darse cuenta, porque los compra al paso o a buen precio (o ambos) y los lee poco a poco, luego de lo cual los deja ahí donde vayan cayendo, generalmente en libreros que nunca bastan para contenerlos.
Los hay que compran libros por puro impulso sin la necesidad (ni siquiera el deseo) de leerlos alguna vez, como meros adornos, artificios costosos y altamente decorativos, que adornan las paredes y muebles de una casa, dándole un toque cálido e intelectual, lo que además añade un aire de culto a quien los posee. Cuesta creerlo, pero los hay.
Algunos otros compran, leen y retienen libros para presumir, esperando la llegada de cualquier incauta presa a su guarida para lanzar una pregunta: ¿Te gusta leer? Para luego continuar con una retahíla de frases matonas sobre todo lo que saben, han leído y les falta por leer. Son petulantes sibaritas que de todo y nada saben, pero cuyas palabras retumba y hace eco en sus mismos libros y en sus rimbombantes egos.
Hay motivaciones más extrañas para crear una biblioteca: por ejemplo, heredar sabiduría a las nuevas generaciones de una familia, una utopía loable casi siempre inalcanzable; o para que sea herencia de valor que, al venderse, dote de una buena cantidad a los herederos, algo casi imposible; o bien para que se donen esos ejemplares a instituciones de beneficencia, en un acto de caridad editorial.
Otra opción es acumular por un relacionado oficio, como puede ser un maestro, un abogado o un historiador, a ellos los libros les llegan como frutas de temporada, con bastante frecuencia y sin límites, compran o les regalan o de plano los escriben, pero siempre obtienen más y los conservan como algo natural.
Hay más motivos, pero también existen argumentos interesantes: se tienen los libros como una promesa de lectura, aunque siempre quedarán varios sin leer; se acumula porque algo se pretende o se llena una necesidad vital, o un vacío emocional.
Quizás la respuesta más clara para la cuestión es: una persona en pleno uso de sus facultades mentales (o no) forma una biblioteca personal porque se le da la gana, porque puede y quiere. Y lo hace para callarlo o gritarlo, para ser elogiado o ignorado. Porque al final de cuenta siempre hay en ello algo de antojo y arrogancia, aunque lo mismo puede haber mucho de humildad y de generosidad.
Que cada quien acumule lo que desee y que haga con ello lo que mejor le convenga. Es un gusto en la vida que no hace falta explicar tan a fondo, como muchas cosas que hacemos en la vida, nomás porque nadie nos detuvo o porque si parecían errores al principio terminaron siendo aciertos. ¿O qué piensas tú al respecto?
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