El 7 de julio de 2023 publicamos en este mismo espacio una columna a la que titulamos “La Injusticia contra la Unisol”, en la que dimos “santo y seña” de cómo un grupo de delincuentes de cuello blanco estaba a punto de quedarse con el inmueble de esta universidad que fundó el ingeniero Leoncio Hernández (QPD) y que uno de los defraudadores estaba preso pero podría salir libre en cualquier momento.
Estamos en condiciones de informarles que este sujeto, Fernando Cipriano Crespo Ortiz, obtuvo su libertad luego de que un juez le concedió el cambio de medida cautelar, y que no obstante que sigue firmando en la Unidad de Medidas Cautelares (UMECA), el señor ha vuelto a las andadas.
Hace algunas semanas recibimos una llamada de un empresario de la educación que vive en el municipio de Córdoba, Veracruz, y que encontró nuestra columna en internet, donde explicamos cómo es el “modus operandi” de estos delincuentes, y cayó en la cuenta de que había sido víctima de las mismas personas.
Para explicar mejor el caso, reproducimos parte de aquella columna:
A finales de los ochentas surgió en Morelos la Universidad del Sol, la primera institución de educación superior particular que ofrecía la carrera de Comunicación y otras 14 licenciaturas en un edificio rentado en la colonia Miraval. Fundada por Leoncio Hernández y Leonor Figueroa, la Unisol llegó a ser un referente en su ramo con la entrada del nuevo milenio, incluso llegó a tener su propio edificio en la colonia Villas del Lago.
Sin embargo, el surgimiento de muchas otras universidades particulares que ofrecían sus carreras en tres años por menos de dos mil pesos mensuales, y en general la situación económica del país, hizo que la institución de Leoncio y Leonor atravesaran por graves problemas de tipo financiero.
Fue en esas difíciles circunstancias que en 2015 llegó a sus vidas un profesionista del derecho llamado Fernando Cipriano Crespo Ortíz al frente de un grupo de personas que se hicieron pasar por inversionistas con gran poder económico que les ofrecieron asociarse con ellos.
Decían ser propietarios de la Universidad Santander, una universidad totalmente en línea que requería un inmueble para instalarse en Morelos y el edificio de la Unisol les quedaba perfectamente. Leoncio y Leonor vieron resueltos sus problemas económicos y de inmediato accedieron a darles cabida a su empresa como socios, y nombraron de inmediato como rector a Fernando Cipriano.
Una apendicitis obligó a Leonor a ausentarse de la administración de la Universidad, pero estaba confiada en que su patrimonio permanecía en buenas manos. Los nuevos inversionistas les habían dado un pago de cinco millones de pesos y la promesa de que habría otras cantidades similares a medida que se fuera consolidando el proyecto.
Sin embargo, a los pocos meses comenzaron a sospechar que algo malo estaba pasando porque no recibían los pagos prometidos y el rector se les escondía para no darles la cara. Una visita al Registro Público de la Propiedad los hizo descubrir que sus nuevos socios habían celebrado una asamblea de accionistas y que los habían sacado del acta constitutiva, todo esto ante un notario del estado de Tamaulipas.
Ahí descubrieron que los delincuentes de cuello blanco habían logrado hipotecar el inmueble para conseguir un préstamo bancario. Esto, a pesar de que había una hipoteca anterior y un embargo de tipo laboral, lo que hace sospechar que funcionarios del Registro Público de la Propiedad también estuvieron en contubernio para otorgar las constancias de no gravamen.
Esto fue denunciado ante el Ministerio público, lo que derivó en la causa penal JC/1343/2018. Los falsos inversionistas huyeron y dejaron las instalaciones en el abandono. En abril pasado falleció don Leoncio Hernández, y murió esperando la justicia.
Finalmente, el 1 de septiembre de 2022, fue detenido el abogado Fernando Cipriano Crespo Ortíz y el juez le aplicó la prisión preventiva como medida cautelar. El 30 de abril de 2023 se llevó a cabo una audiencia con el objetivo de revisar la medida cautelar impuesta a preso en el penal de Atlacholoaya, a solicitud de su abogado defensor.
Afortunadamente el juez David Ricardo Ponce González, luego del análisis de todos los antecedentes resolvió mantener la medida cautelar de “prisión preventiva justificada” en virtud de que prevalece el riesgo de fuga.
Desde el año 2016 en que las víctimas presentan las denuncias correspondientes, hasta la fecha, a más de siete años; la Fiscalía de Morelos, a través de sus responsables, han atendido deficientemente el problema, pues durante todo ese tiempo han llevado el caso hasta seis personas diferentes, provocando atrasos, acciones negligentes y tal vez en el fondo corrupción.
Hasta ahí lo publicado en julio de 2023.
Lo nuevo es que con fecha 12 de julio de 2024, el juez Joel Alejandro Linares Villalba, le concedió la modificación de la medida cautelar de prisión preventiva, es decir, lo dejó libre con la condición de que no salga del país y acuda a firmar cada determinado tiempo hasta que concluya el juicio.
Pero lo más increíble es que este abogado y sus socios no han dejado de abusar de la confianza de empresarios en todo el país. La víctima de Córdoba, Veracruz, de quien omitimos sus datos, nos confió que, bajo el mismo modus operandi, Cipriano Crespo y dos más que dicen ser sus socios, lo convencieron de que se asociara con Universidad Santander, para lo cual le pidieron 500 mil pesos.
Al darse cuenta de varias cosas extrañas, y después de leer la columna ya mencionada, optó por dar marcha atrás a la firma del contrato, pero no han encontrado la forma de recuperar su medio millón de pesos.
Y es que estos sujetos son expertos en derecho, pero no usan estos conocimientos para el bien, sino para aprovecharse de personas de buena fe como don Leoncio Hernández y doña Leonor Figueroa, así como la nueva víctima en Veracruz… y quién sabe cuántas más.
Así que —estimados lectores— si les ofrecen asociarse con la Universidad Santander, ya están advertidos de los riesgos.
HASTA EL LUNES.
