El tema que estuvo presente en todos los círculos sociales de Morelos el pasado fin de semana sin duda fue la aprehensión del ex rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, acusado de delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito por la Fiscalía General de la República. Independientemente de su situación legal, resulta interesante analizar las reacciones que hubo en las diferentes plataformas de internet, sobre todo después de que el exgobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, intentó “hacer leña del árbol caído” y le resultó contraproducente.
Como ya es del dominio público, y de acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, Alejandro "N" fue detenido este viernes, sin que se tengan mayores detalles sobre cómo ocurrió su captura (algunos medios mañosamente utilizaron una fotografía de cuando fue detenido por primera vez en el restaurante Iruña). Lo único que se sabe es que al momento de su detención, el exrector de la UAEM vestía camiseta Polo azul, pantalón de mezclilla y zapato deportivo.
Pasadas las tres de la tarde de ese mismo día, el exgobernador Graco Ramírez Garrido Abreu publicó el siguiente en su cuenta de X: “Cuando estuve como responsable del Gobierno de Morelos. Algunos actores políticos montaron una narrativa y campaña de que no se entregaba el presupuesto a la @UaemMorelos Dijimos que el Rector había malversado el presupuesto y era parte de la estafa maestra. Hoy se empezará hacer justicia #Morelos”.
No lo hubiera hecho. De inmediato los “internautas” lo comenzaron a tupir con frases como “Hoy empieza la justicia a caminar y pronto le llegará la hora de pagar tanto mal que le hizo al estado de Morelos con el robo maestro del Fonden”, o “Faltas tú la Rata Mayor ya te llegará tu día no te desesperes!!”
En Facebook se pudieron leer comentarios como el siguiente: “Ya sabemos que el gobierno premia a corruptos como ejemplo al malandro ex gobernador, Cuauhtémoc Blanco, que desgració al estado de Morelos pero a Graco como si nada y otros lacras así es el gobierno corrupto, y ojalá que al dr Alejandro salga liberado de tremendas acusaciones falsas”.
En contraparte, proliferaron los mensajes de apoyo al exrector de la máxima casa de estudios. Para reproducirlos necesitaríamos más de una plana.
La lección que nos deja es que cada quien cosecha lo que ha sembrado, y que mientras Graco Ramírez nunca pudo quitarse el estigma de que “se robó las despensas de los damnificados”, Alejandro Vera ayudó —incluso económicamente— a grupos sociales como las mujeres buscadoras y siempre fue sencillo en su trato.
Por otra parte, nos parece oportuno que Vera Jiménez haya emitido un pronunciamiento (que no sabemos si lo hizo él o su abogado y cuándo), en el que deja en claro cuál es su situación jurídica:
En su carta, detalla que promovió el juicio de amparo 819/2022-1, radicado en el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, el cual el 15 de enero de 2024 dejó sin efecto la orden de aprehensión librada en su contra el 31 de octubre de 2020 dentro de la causa penal 400/2020.
“El Juzgado determinó que dicha orden carecía de fundamentación y motivación suficientes sobre la necesidad de cautela y la probable intervención atribuida a mi persona”, señala.
El exrector agrega que, aunque diversas autoridades interpusieron recursos de revisión, el Tribunal Colegiado no ha emitido resolución en más de un año, lo que —afirma— mantiene el asunto “subjúdice” y prolonga una situación de persecución judicial. “Ello genera una afectación grave a mis derechos humanos, al mantener vigente una situación de persecución sin resolución definitiva”, afirma.
También menciona los procesos iniciados por la Fiscalía Anticorrupción de Morelos (por lo que fue detenido la primera vez) fueron retirados o declarados improcedentes en 2024, tras demostrarse mediante amparos que “carecían de base legal”.
“Dichos procesos se edificaron sobre acusaciones políticas impulsadas desde el poder, y no sobre pruebas objetivas ni procedimientos legítimos”, sostiene. No quiso poner nombres, pero es evidente que se refiere al gobernador Graco Ramírez y al entonces fiscal anticorrupción, Juan Salazar Núñez.
En la parte final de la carta, Vera Jiménez enfatiza que su propósito no es evadir la ley, sino exigir un trato justo. “Después de tantos años de litigio, lo que solicito no es impunidad, sino justicia verdadera. Pido que las instituciones actúen con independencia, legalidad y respeto a la Constitución, y que los jueces ejerzan su función con plena autonomía frente a cualquier presión mediática”, dice para finalizar.
También, cabe resaltar que —oportunamente, antes de que las especulaciones suban de tono— el coordinador de asesores del gobierno estatal, Mario Caballero Luna, salió al paso de insinuaciones y aclaró que el Patronato Universitario, del cual formó parte, no tenía intervención en los contratos ni en las licitaciones, que eran gestionadas directamente por áreas designadas por la rectoría; “si alguna autoridad requiere mi presencia para aclarar cualquier situación, estoy en plena disposición para hacerlo”, subrayó.
Ahora bien, ¿por qué fue detenido el exrector después de tanto tiempo y justo ahora? Este columnista tiene una hipótesis: que el gobierno federal está desesperado por desviar la atención del caso Uruapan, y está ávido de noticias impactantes, por eso es que reavivaron órdenes de aprehensión que ya estaban preparadas desde hace mucho tiempo (como la del “segundo tirador” en el caso Colosio) y las ejecutaron.
Sin embargo, también suponemos que —sobre todo ahora que ya hay jueces y magistrados del Bienestar que resuelven políticamente— el Mesías que descansa en Chiapas mandará un mensaje para que le apliquen la ley con benevolencia y en unos meses tendremos al psicólogo con nosotros.
Y por cuanto a la responsabilidad penal del exservidor público, quien esto escribe se adhiere a lo manifestado por el experimentado periodista Paco Guerrero:
“Alejandro Vera no es un estafador, pero si un funcionario que permitió ser manipulado, usado y engañado por sus subalternos y el priismo de Peña Nieto. Para hablar coloquialmente y con lenguaje populachero, no está en la grande por ratero, está por tonto.”
HASTA MAÑANA.
