El testimonio de un vecino de los patios de la estación no deja lugar a dudas: El policía sacó su pistola para tratar de amedrentar al joven que pretendía grabarlo con su celular, pero en eso se escuchó un disparo y enseguida la voz alarmada de sus compañeros uniformados: “¡Ya la cagaste, ya la cagaste!”.
Era la noche del seis de octubre del 2025 alrededor de las 23 horas en una de las entradas del laberinto urbano denominado Patios de la Estación. La patrulla marcada con la matrícula A-01194 estaba junto a un vehículo color blanco y había alrededor de una decena de personas que gritaban enardecidas.
Repentinamente los tres policías abordaron su vehículo oficial con las siglas SSPC y emprendieron la huida mientras la gente no sabía qué hacer. El cuerpo inerte de quien después se sabría respondía al nombre de Luis Ángel yacía en el suelo en medio de un charco de sangre.
Minutos después arribaron elementos de la Policía de Cuernavaca, quienes se encargaron de preservar el lugar del crimen, mientras seguía llegando más gente que daba entrevistas a reporteros que transmitían por Facebook Live.
—¿Hubo un enfrentamiento? Preguntó un reportero.
—No, no, no es enfrentamiento. El vecino iba a trabajar al mercado pues es que aquí ya ves que todos aquí en la colonia, pues tenemos el mercado cerca, somos trabajadores.
—Entonces, ¿fue un asesinato por parte de los policías? — cuestionó el entrevistador.
—Sí, sí, ahí hay cámaras, ahí hay cámaras, ahí hay cámaras que lo comprueban— contestó de inmediato el ciudadano.
Horas más tarde, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno estatal, emitía un comunicado en el que informaba que la Unidad Policial A-01194 de Torre Lomas, junto con tres elementos de esta corporación y sus armas de cargo, “se encuentran a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE)”.
Por la mañana del martes, vecinos de los patios de la estación y taxistas bloquearon calles y se manifestaron en Palacio de Gobierno, donde recibieron la promesa de que se actuaría conforme a la ley.
En su Informe Policial Homologado (IPH), los tres policías manifestaron que esa noche realizaban su patrullaje de rutina a bordo de la patrulla tipo Pick Up con el número A-01194, cuando por vía radio la central les indica de un vehículo de la marca Seat color blanco que fue detectado por cámaras LPR circulando con dirección hacia Buena Vista, mismo que estaba reportado como robado desde el 22 de diciembre pasado.
“Es así que siendo las 23:08 horas al circular sobre avenida Plan de Ayala de la colonia La estación, a la altura de El Vergel, observamos que sobre calle de los maestros sale un vehículo de la marca Seat color blanco, con vidrios polarizados, sin placas de circulación. Dicho vehículo al incorporarse a la avenida Plan de Ayala lo hace de manera imprudente, circulando de forma zigzagueante, acelerando su marcha de forma repentina, por lo cual llama nuestra atención”, dice el documento.
Agrega que en ese momento a través del alto parlante de la unidad le piden que detengan su marcha, a lo cual hace caso omiso y se incorpora a la calle Eucalipto a gran velocidad, por lo que le dan alcance y se le cierran para obligarlo a pararse. El ocupante del vehículo accede voluntariamente a bajarse del vehículo para su revisión.
“Mientras esto sucedía, doy dos pasos sobre la calle Eucalipto observando que en ese momento del interior del campo deportivo de la estación salen varios sujetos del sexo masculino aproximándose a paso veloz hacia donde yo me encuentro”, declaró el policía Williams, quien cubría a sus compañeros para que revisaran el coche blanco.
“…de forma repentina y como una tempestad, veo como estos sujetos masculinos se abalanzan a golpes en contra mía, con ambas manos y con los puños cerrados lanzándome golpes en la cara en repetidas ocasiones, así como me jalan del uniforme intentando derribarme al suelo, no lográndolo de primera instancia, por lo que, al encontrarme en una situación en la que mi vida está en peligro, siendo esta una amenaza real, actual e inminente, intento primeramente retroceder para evitar ser golpeado”, agrega.
Según el elemento policiaco, los sujetos lograron desarmarlo pero él como pudo recuperó su pistola y de inmediato se hizo para atrás. “Observando en ese momento de frente que se dirige un sujeto del sexo masculino de complexión delgada, camisa blanca y pantalón color gris, el cual porta en su mano un arma de fuego con la cual me apunta gritando a viva voz ya te cargó la v…, agárrenlo para que le dispare. En ese momento, al encontrarme en desventaja en fuerza y número, frente a una amenaza real, actual e inminente, es que acciono mi arma de cargo realizando un disparo disuasivo hacia el frente el cual es desviado en su dirección original derivado de los forcejeos y golpes del resto de los sujetos que me realizan riña”.
Según la versión de los policías, al escucharse el disparo los atacantes retroceden y entonces el sujeto que venía con la pistola se desploma, “dejando caer a su costado un arma de fuego tipo pistola color gris con cachas de madera con un cartucho útil en su interior”, misma que fue recogida por ellos “para evitar que el resto de los sujetos masculinos la tomara y nos agrediera”.
En virtud de que cada vez se juntaba más gente, optaron por abordar su patrulla y retirarse hacia su base, donde informaron a sus superiores y recibieron instrucciones de poner a disposición del Ministerio Público tanto el arma de cargo que fue accionada, como la que supuestamente recogieron del piso, junto al cuerpo del hoy occiso.
Aunque inicialmente la Secretaría de Seguridad Pública informó que los tres policías estaban puestos a disposición de la Fiscalía General, el IPH confirma que sólo Williams quedó detenido. De hecho, sus dos compañeros se encargaron de leerle sus derechos a las 23:45 horas de esa misma noche.
Al cumplirse el plazo constitucional ampliado, ayer a las 20 horas en la audiencia privada celebrada en la Ciudad Judicial de Atlacholoaya, un juez vinculó a proceso a Williams, le impuso prisión preventiva como medida cautelar, y estableció tres meses de plazo para el cierre de la investigación complementaria. Para el juzgador, no se acreditó que la víctima fuera armada, y el policía actuó con alevosía y ventaja al dispararle.
“No vamos a dejar entrar a la Policía ni a los militares. En el resto del estado decide el secretario de Seguridad, pero en Patios de la Estación nosotros decidimos. Ya nos vamos a empezar a regir por usos y costumbres como Ocotepec y Ahuatepec”, festinaba ayer el sedicente líder Samuel Jaramillo en visible estado de ebriedad, al frente de un grupo de vecinos de Patios de la Estación.
HASTA MAÑANA.