Pocas veces se han juntado tantos acontecimientos en un mismo día que nos hagan ver la vida tan negativamente como ayer. Este jueves al mediodía dejamos una funeraria donde estaban velando a la hija de nuestra amiga Sara Olivia Parra para dirigirnos a otra, donde llegaba el cuerpo de nuestro querido compañero y colega, Manuel Fuentes Galicia.
A Manuel se lo llevó el creador por una causa natural; a Sarita le arrancaron la vida violentamente. De todos modos hay dos familias que sufren sus respectivas ausencias y pasará tiempo para que encuentren la resignación.
Manuel era una persona excepcional. Podría decir que es el compañero perfecto para una bohemia o tertulia. Campeón en el juego de Maratón, por lo tanto poseedor de una cultura general muy amplia, lo que se complementaba con su habilidad para platicar anécdotas. Era un conversador profesional.
Lo conocíamos de vista pero profundizamos nuestra amistad a partir de un proyecto fallido de poner un periódico impreso que se llamaría “La Avanzada”, a mediados de 2017. Como las oficinas estaban en la avenida Álvaro Obregón, ya habíamos acordado que habilitaríamos al Bar Lido como sala de juntas para que las jefaturas de Redacción y de Información deliberaran cuáles serían las notas de primera plana.
De hecho, es lo único bueno que salió de ese proyecto que encabezó el idealista de izquierda Gerardo Fernández Casanova: los convivios con el jefe de Redacción y el maestro de la caricatura, Miguel Ángel.
La muerte lo sorprendió la noche del miércoles, pero nos consuela saber por voz de sus hermanas que pasó sus últimos días muy feliz, en franca recuperación del accidente que sufrió semanas antes.
En el otro sepelio, el de Sarah Rendón Parra, fue impactante ver la cantidad de gente que acudimos a darle el pésame a la madre, quien en su dolor tuvo fuerzas para exigir justicia y preguntar ¿por qué se desquitaron con mi hija si era de mí de quien querían vengarse?
Tal como lo pronosticamos, hay una verdadera “cacería” para dar con los autores materiales del crimen que conmocionó a la sociedad cuernavacense. Ayer trascendió que ya hay detenidos, lo que no significa que sean los verdaderos culpables, y habrá que tener cuidado porque los gobiernos anteriores (los de hace 25 años) nos acostumbraron a resolver los casos en 48 horas, pero en muchos de los casos se trataba de “chivos expiatorios”.
Así que ayer estuvimos de luto y disculpen los lectores que nuestro pesar y mal humor se reflejen en estas líneas, sobre todo después de saber que, como desde hace ocho días, ayer también se reunieron 13 magistradas y magistrados que intentan designar titular del Tribunal Superior de Justicia, acéfalo desde el martes 20 porque hay ocho magistrados sustraídos de sus oficinas (pero bien que cobran) y que no acuden a la sesión extraordinaria para que no haya quorum que permita avanzar en los trabajos.
Los dos grupos de 11 miembros del Pleno se mantienen “montados en su macho” y ninguno quiere ceder a pesar de los llamados de abogados, diputados y la propia gobernadora.
Y es que, para ejecutar cualquier acción alterna, forzosamente tienen que estar por los menos 15 magistradas y magistrados, lo que hace prácticamente imposible que se resuelva esta situación que ya tiene al poder ejecutivo, al legislativo, y a la ciudadanía en general, “hasta el copete” por no decir otra cosa.
Ayer, mientras esperábamos a que se repitiera la misma escena que hemos visto desde una semana antes (el pase de lista sólo para confirmar que no hay Quorum) los reporteros de la fuente hacíamos una lista de aquellos magistrados que definitivamente no tienen ninguna posibilidad:
Los dos presidentes, Jorge Gamboa y Juan Gabriel Vargas (porque así lo establece el decreto); los “decanos”, Juan Emilio Elizalde, Manuel Díaz Carvajal y Bertha Rendón Montealegre; los integrantes de la terna que no logran alcanzar los 15 votos, es decir, Nancy Giovanna Montero, Carmen Aquino y Javier Mújica; los familiares directos del ex fiscal Uriel Carmona, que son su esposa María Luisa y su cuñada Marta Sánchez Osorio; y el magistrado Francisco Hurtado cuyo enfrentamiento con Gamboa Olea es del dominio público.
Hasta ahí van once personas que estarían descartadas para la presidencia. Quedan otros once de donde podría salir el presidente o presidenta: Jaime Castera, Anuar González Cianci, Rolfi González, Anahí Bahena, Alejandra Hernández, Janet Uribe, Rafael Brito, Elda Flores o Cecilia López González.
La experiencia nos dice que cuando ha habido dos grupos muy enfrentados, puede surgir una tercera opción que no esté tan identificado con ninguna de las partes en conflicto.
Pero para eso se requiere que las magistradas y magistrados piensen realmente en el estado y no en sus intereses económicos y/o personales. También, en las personas que trabajan en el Poder Judicial y que no son magistrados, sino subordinados. Hay un ambiente de terror entre los empleados que temen que haya represalias en su contra por “servir al grupo contrario”, cuando lo único que hacen es trabajar para llevar el sustento a sus hogares.
El más claro ejemplo son la secretaria general, Juana Morales y la oficial mayor, Nidiyare Ocampo, que tienen que estar juntas en la sesión extraordinaria pero no se hablan porque cada una pertenece a uno de los dos grupos en pugna. Las dos han sido objeto de maltratos por parte de magistrados.
Hoy habrá otro capítulo de esa novela que ya nos tiene aburridísimos.
Y finalmente, otra cosa que nos tiene “de luto” es lo que va a pasar el domingo primero de junio. Estamos a horas de que se consume la muerte de la justicia independiente para ser absorbida por el partido en el poder.
Tal como lo pronosticamos, este domingo veremos decenas de empleados de los tres niveles de gobierno (Cuernavaca no porque es panista), formados como zombis para ir a depositar su voto llevando consigo el “acordeón” para que no se vayan a equivocar.
Lo dicho: ya están los resultados, solamente falta el proceso electoral.
HASTA EL LUNES.