El 24 de junio se publicaron en el Diario Oficial de la Federación dos decretos presidenciales por parte de Claudia Sheinbaum, como producto de la presión que ejeció la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con sus manifestaciones en la Ciudad de México, así como su plantón de casi un mes en el zócalo capitalino. Y en esta vertiente, el discurso oficial de la presidencia de México fue que con esos dos decretos se daría “cumplimiento a los compromisos hechos por la Jefa del Ejecutivo Federal el pasado 15 de mayo con las maestras y los maestros de México” y, por ende, se “mejoran las condiciones laborales del magisterio nacional: el primero, que facilita la movilidad de maestras y maestros permitiéndoles solicitar cambios para trabajar en escuelas cerca de sus hogares, en el marco de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM)… y el segundo, que les permitirá acceder a una pensión jubilatoria justa y digna, reduciendo la edad de jubilación para que en 2034 quede en 53 años para las mujeres y 55 años para hombres”. Entonces, dichos decretos ¿beneficiarán las demandas magisteriales de la CNTE, o qué implican?, ¿en realidad, hay un verdadero compromiso de la 4T con los maestros de México, al menos en educación básica?
Es importante señalar que tales decretos son maniobras políticas que han quedado insuficientes ante la principal demanda: la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Sin embargo, tambien es oportuno mencionar que se trata de un reclamo por parte del sector más divergente dentro de la población magisterial a nivel básico, ya que gran parte de los maestros se mantuvieron pasivos durante el mes de mayo celebrando y celebrando el Día del Maestro, y ahora, al menos con lo que ha obtenido la CNTE, se verán benficiados todos, incluso más allá del gremio magisterial, pues al menos en el que se denomina “Decreto por el que se reconoce el derecho a acceder a una pensión jubilatoria justa y digna”, el artículo único establece que “Se reconoce el derecho de las personas trabajadoras al servicio del Estado, que se encuentren dentro del supuesto del artículo Décimo Transitorio, fracción II, inciso a) de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, publicada el 31 de marzo de 2007… a acceder a una pensión jubilatoria justa y digna”. No obstante, sobre este decreto de Sheinbaum la CNTE no está satisfecha, sus miembros siguen en la sintonía de echar abajo toda la Ley del ISSSTE, pero ¿por qué no se movilizaron antes frente a otros gobiernos, como el de Calderón y el de Peña Nieto o, incluso, en tiempos de López Obrador?, ¿por qué la presión al gobierno de Claudia, cuando ni siquiera la 4T aprobó dicha ley?
Bueno, hay que atender que en tiempos del neoliberalismo (no hace mucho), se confeccionó tal legislación acorde a la ideología y a los interese económicos de este modelo filosófico-económico, donde la idea central es privatizar todo, incluyendo en este caso las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, un Estado que debe ser adelgazado todo lo posible, con la pretensión de ceder servicos que brinda el Estado e, incluso, hasta funciones que le son inherentes, como la educación o la salud, por mencionar algunas. En esta sintonía, también es necesario señalar que esta ley no solo tiene una génesis nacional, sino que igualmente obedece a intereses y directrices extranjeros, por ello, no es tan fácil abrogar una ley de tal calado, pues si fuese así, ya se hubiese hecho, incluso, en la administración del mismo AMLO, pero no lo hizo a pesar de que en la primera mitad de sus sexenio tenía la mesa puesta para modificar todo lo que hubiera querido, porque contaba con la mayoría en el Congreso, así como la legitimdad gracias a su carisma. Ahora, a Claudia le toca lidiar con ello, pero también gracias a su demagogía de campaña, pues es precisamente esto lo que le reprochan a la primer mujer en ocupar la presidencia de la república, pues ella misma prometió quitarla, y como se dice coloquialmete, “el pez muere por su propia boca”. Lo único que le ha quedado es emitir dos decretos para apaciguar las aguas, pero hasta eso, se trata de decretos que jurídicamente pueden tener fallas y hasta posible inconstitucionalidad, más no buenas intenciones, ¿por qué?
Un decreto es un acto administrativo y que -si bien es cierto- está conferido como una de las facultades constitucionales del titular del Poder Ejecutivo, no puede ir más allá de lo que establece la ley, en este caso aún la Ley del ISSSTE. Por ende, hay que prestar atención a esos detalles, porque lo que se está alterando (aunque en beneficio) es lo determinado en una ley, y jerárquicamente se encuentra por encima de un decreto aunque se sustente en la buena fe. Por lo que el deber ser es hacer las reformas legales a la legislación respectiva vigente. Bajo este contexto, se reitera que estos decretos son una maniobra política unilateral cuyos considerandos son más bien un buen apunte para una clase de Derechos Humanos que una real solución, y así pretender quedar bien con el magisterio, pero sigue siendo insuficiente de acuerdo a las demandas de la CNTE, que sólo pausó sus manifestaciones y prometió regresar más fortalecida en septiembre, algo así como una especie de ave fénix.
Un aspecto más sobre el decreto en cuestión relativo a las pensiones es sobre la diferenciación de edades entre trabajadoras y trabajadores para acceder a ella. ¿No se supone que el hombre y la mujer son iguales ante la ley y, por ende, se debe tratar por igual pues al final y a cabo desarrollan las mismas actividades? en el supuesto de quienes se encuentren con la labor de dar clases. Consideramos que en una lógica de derechos humanos, esos tratos legales diferenciados deben quedar atrás.
Con todo esto, podemos observar que la percepción que se tiene hacia el gobierno de Sheinbaum es de debilidad y habilidad política y que cualquier manifestación bien preparada puede cambiar los planes del Ejecutivo federal (se logró pausar la reforma a la Ley del ISSSTE y ahora la emisión de estos decretos con la finalidad de contentar a los maestros que sí alzan la voz y no los sumisos que van al Congreso Estatal a tomarse la foto con las autoridades y con los excompañeros de generación), algo que no pasaba en los gobiernos del PAN y del PRI, porque ellos sí hacían valer su autoritarismo y la represión del Estado. No por nada, don Porfirio logró poner orden en el país en su momento. Y no es que se trate de justificar la represión o algo semejante, sino que en política, una de las máximas es conservar el poder como fuese, de acuerdo a las ideas de Maquiavelo.
Facebook: Juan Carlos Jaimes
X: @jcarlosjaimes