Este lunes, los habitantes de Nueva Zelanda y de varios países insulares del Pacífico presenciaron un eclipse solar parcial que duró más de cuatro horas.
En la ciudad de Dunedin, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, el fenómeno alcanzó su punto máximo alrededor de las 7:20 a.m. hora local, cuando la Luna cubrió hasta un 70% del Sol, según informó el portal especializado Space.com.
En otras zonas del país, como Auckland, las nubes dificultaron la observación del eclipse, que se produjo cuando la Luna se interponía parcialmente entre la Tierra y el Sol, oscureciendo el disco solar de manera variable según la ubicación.
El evento comenzó a las 5:29 a.m. en el Pacífico y concluyó a las 9:53 a.m., siendo visible también desde Samoa, Fiyi y Tonga.
Space.com destacó con humor que el último tramo del eclipse se podrá ver desde la península antártica, “donde habrá más pingüinos que personas” para observarlo.
Aunque no fue un eclipse total en ninguna de estas regiones, los astrónomos subrayan su importancia científica, ya que permite estudiar la interacción entre el Sol y la Luna y analizar la corona solar con instrumentos especializados.
Además, recuerdan que observarlo sin protección adecuada puede causar daños graves en los ojos, por lo que recomiendan filtros certificados o métodos indirectos de proyección.
Este eclipse parcial forma parte de un ciclo de eventos previos al esperado eclipse total de 2026, que será visible en Europa, Medio Oriente y Asia.
Los expertos insisten en que cada fenómeno, aunque no sea total, brinda oportunidades únicas de investigación y acercamiento a la astronomía para el público.