Cuando Lucy Meza anunció un supuesto rompimiento con el exgobernador Graco Ramírez algunos no le creímos, y la farsa se confirmó cuando la senadora renunció a Morena y se destapó como candidata a la Gubernatura del estado por una coalición conformada por el PAN, el PRI, ¡y el PRD!
Incluso, Graco Ramírez participó directamente en algunas reuniones impulsando a candidatas como Beatriz Vícera Alatriste en su cafetería (Cinco Cielos) contigua a la Fundación Comunitaria Morelense que siempre ha tenido en la avenida San Diego. Eso sí, tuvo la precaución de nunca aparecer junto a quien fue una de sus mejores alumnas de la política.
Por eso es que, ayer que reaparecieron Sergio Erasto Prado Alemán y Matías Quiroz Medina en una conferencia de prensa en Casa Hidalgo, para manifestar que el PRD en Morelos reafirma su compromiso con la izquierda, progresista, democrática, plural, incluyente y con valores que se ajustan a nuestro tiempo para servir a la gente, no faltó quien —maldosamente— cuchicheó: “Pero si ellos fueron empleados de Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso, ¿quién les va a creer que ya rompieron con el tabasqueño y su hijastro?”
En una pequeña entrevista exclusiva, Sergio Prado insistió en que el Partido de la Revolución Democrática tuvo tiempos muy importantes en Morelos, “también hay que decirlo, nuestra joven democracia no se podría contemplar sin la participación del Partido de la Revolución Democrática. Hoy PRD Morelos, un partido local en el que, claro, reivindicaremos nuestra posición como un partido izquierda progresista y democrática”, dijo.
—¿Estás consciente de que la gente lo va a seguir identificando como el partido de Graco Ramírez y de su hijo? —cuestionamos.
—Finalmente yo creo que lo que no podemos demeritar es el trabajo de más de 32 mil morelenses, mujeres y hombres que en el pasado proceso nos dieron la confianza con su voto. Ellos son los que realmente reivindican al partido y los que representan al partido.
— ¿Has hablado con Graco Ramírez? — insistimos.
—No, no, señor. No, no hemos dialogado—contestó de inmediato.
—Y con Rodrigo Gayosso.
—No, entiendo y quiero ser muy contundente y transparente: Creo yo que su camino ya no es el del Partido de la Revolución Democrática. Entendemos que la política es de tiempos y su tiempo en el PRD Morelos ya es historia.
En eso tiene razón, pero también recordemos que Graco Ramírez es un “viejo lobo” de la política, un “zoom politikon”, que bien podría permanecer agazapado el tiempo que sea necesario para salir cuando se avecine la repartición de posiciones plurinominales.
Sin embargo, también consideremos que este joven morelense (hijo de Sergio Prado Valaguez), tiene todo el derecho de hacer el intento de hacer crecer el Partido del Sol Azteca sin Graco, sobre todo si tiene el apoyo de su equipo conformado por Abraham Rivera Román, secretario de Asuntos Electorales y Políticas de Alianzas; Tania Índira Portillo Ayala, secretaria de Gobiernos y Asuntos Legislativos; Pamela Amaranta Sepúlveda Carrillo, secretaria de Comunicación Política; Maricela Carrillo Guerrero, secretaria de Igualdad de Género y Mahelet Enríquez Sánchez, secretaria de Agenda de Derechos Humanos y de la Diversidad Sexual.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tuvo en Morelos uno de sus bastiones históricos desde su fundación en 1989. La entidad, marcada por una fuerte tradición de lucha social y campesina vinculada a la figura de Emiliano Zapata, se convirtió en terreno fértil para el nuevo partido de izquierda, que aglutinó a militantes provenientes del Partido Comunista Mexicano, el Partido Mexicano Socialista y disidentes del PRI. Durante la década de los noventa y los primeros años del dos mil, el PRD mantuvo presencia significativa en municipios rurales y en el Congreso local, consolidando un electorado que veía en este partido una opción frente al predominio priista.
Personajes como Julián Vences, Isaías Cano Morales, Raúl Iragorri, Jorge Pérez Herrera, Antolín Escobar, Ignacio Suárez Huape e incluso Gabriel Rivas Ríos, estuvieron luchando desde mucho antes de que el tabasqueño viera en Morelos una buena “tierra de conquista” y aprovechara que el PRI y el PAN mandaron a candidatos muy malos, para alzarse con el triunfo y saquear Morelos a más no poder.
En Morelos, el PRD construyó su fuerza política principalmente en municipios con tradición de lucha campesina y obrera. En la zona sur del estado, municipios como Jojutla, Zacatepec, Puente de Ixtla y Tlaltizapán fueron bastiones importantes, ya que ahí el partido encontró respaldo en organizaciones ejidales y cañeras vinculadas históricamente al zapatismo. En el oriente, Temoac, Ayala y Cuautla también se convirtieron en territorios clave, debido a la presencia de comunidades que mantenían una fuerte identidad de izquierda y un rechazo al dominio priista.
En la zona metropolitana, particularmente en Jiutepec, el PRD logró construir gobiernos municipales que le dieron presencia en áreas urbanas e industriales, consolidando liderazgos que lo hicieron competitivo frente al PRI y al PAN. Cuernavaca, aunque más disputada, también llegó a ser gobernada en distintos periodos por el perredismo, convirtiéndose en un símbolo de que el partido podía disputar el poder en la capital del estado.
Estos municipios le permitieron al PRD obtener mayoría en el Congreso local en algunos periodos, y sobre todo cimentar la plataforma política que llevó a Graco Ramírez a la gubernatura en 2012. Sin embargo, con la salida de muchos liderazgos hacia Morena después de 2014, gran parte de estas plazas fueron perdiéndose paulatinamente, hasta que en las elecciones de 2018 y 2021 el partido prácticamente quedó relegado a una fuerza secundaria en la mayoría de estos territorios.
Ahora bien, algo que dejó entrever el dirigente del nuevo PRD (que nada tiene que ver con Los Chuchos de la capital del país) es que —después de haber hecho alianzas con el PAN y el PRI— hoy quieren volver a su origen que es la izquierda, y no descartan ir en coalición con Morena. Veremos si los aceptan.
HASTA MAÑANA.