El presidente de Rusia, Vladimir Putin, encabezó este viernes en la Plaza Roja de Moscú la conmemoración del 80 aniversario del triunfo del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial.
En el acto participaron cerca de 30 líderes internacionales, incluidos varios mandatarios de América Latina, pero solo un líder occidental: el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico. El evento estuvo claramente enfocado en enviar un mensaje de unidad a sus aliados y de desafío hacia Occidente.
Putin estuvo acompañado por su invitado principal, el presidente chino Xi Jinping, y juntos presenciaron el desfile militar donde participaron miles de soldados rusos y destacamentos de trece países, incluida una guardia de honor del Ejército Popular de Liberación de China.
En el palco también se encontraba el veterano Iván Martinushkin, último testigo vivo de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Durante su discurso, el mandatario ruso reafirmó su postura frente al conflicto actual en Ucrania y reiteró su lucha contra el nazismo.
“Rusia fue y será una barrera infranqueable para el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, luchará contra las brutalidades de los promotores de esas ideas agresivas y destructivas”, dijo Putin.
A pesar de que Ucrania no se sumó a la tregua unilateral de tres días anunciada por Rusia, no se reportaron ataques con drones sobre territorio ruso durante la celebración.
El presidente ruso aprovechó la ocasión para recalcar la importancia de los valores nacionales: “los antepasados de los rusos encargaron a sus descendientes defender firmemente los intereses nacionales, su milenaria historia, cultura, valores tradicionales y todo lo que es valioso y sagrado para nosotros”.
Al mismo tiempo, rindió tributo al papel jugado por los países aliados en la derrota de las tropas hitlerianas.
“Siempre recordaremos que la apertura de un segundo frente en Europa después de las decisivas batallas en territorio de la Unión Soviética acercó la victoria”, dijo.
Añadió que Rusia valora “altamente la contribución a nuestra victoria común de los soldados de los ejércitos aliados, los participantes en la resistencia, el valiente pueblo chino y a todos aquellos que combatieron en pos de un futuro en paz”.
Durante la parada militar, desfilaron 130 vehículos de combate, entre ellos los históricos tanques T-34, artillería SU-100, los modernos T-90M Proriv, el sistema Malva de artillería, misiles Iskander y misiles balísticos intercontinentales Yars, con un alcance de hasta 12.000 km.
También fueron exhibidos los drones Gueran-2, Orlán y Lantset, este último de tipo kamikaze, que reflejan el creciente protagonismo de estos aparatos en el conflicto con Ucrania.
“Todo el país, la sociedad, el pueblo apoyan a los participantes en la operación militar especial. Nos sentimos orgullosos de su valentía y tesón, esa fuerza de espíritu que nos ha otorgado siempre y únicamente la victoria”, dijo.