*El acto sería en reconocimiento a la labor sufragista de la hija del Caudillo del Sur, porque “El voto femenino no fue un regalo. ¡Fue una conquista!”*
La diputada Jazmín Solano López, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, presentó ante el pleno legislativo, durante la sesión ordinaria de esta semana, la iniciativa con proyecto de decreto por el que se propone inscribir en el Muro de Honor del Congreso del Estado de Morelos, con letras doradas, el nombre de “Paulina Ana María Zapata Portillo”, como reconocimiento a su labor sufragista.
Al presentar el documento, que fue turnado a la Comisión de Educación y Cultura para su análisis y dictamen, la legisladora Solano López aseveró: “El voto femenino no fue un regalo. ¡Fue una conquista! Una conquista lograda por mujeres que enfrentaron el desprecio, el silencio y la marginación, pero nunca renunciaron a su sueño de igualdad. Hoy, 72 años después, debemos recordarlas con orgullo y gratitud”.
La representante popular por el V Distrito aseveró que Ana Zapata, sin lugar a dudas es la sufragista morelense más emblemática. La hija del General Emiliano Zapata, nació en Cuautla, tierra de lucha y de esperanza. Creció entre los ideales de “Tierra y Libertad” y supo que esa libertad no estaría completa sin los derechos de las mujeres.
Refirió que desde muy joven organizó a viudas y campesinas, enseñándoles a trabajar, a educarse y, sobre todo, a no tener miedo; fue una de las voces que impulsaron la causa del voto femenino en Morelos y en México, al ser nombrada coordinador de la campaña presidencial de 1952, año en que entregó personalmente al entonces candidato Adolfo Ruiz Cortines la petición de las mujeres morelenses para obtener el derecho al voto. Un año después, el 17 de octubre de 1953, ese sueño se hizo realidad.
Jazmín Solano expuso que, gracias a mujeres como la que nos ocupa, las mexicanas dejaron de ser ciudadanas de segunda; gracias a su valentía, las mujeres pudieron decidir, votar, ser electas y transformar la historia política del país. “Pero Ana Zapata no se detuvo ahí. En 1958 se convirtió en la primera mujer morelense diputada federal, llevando a la Cámara la voz de las campesinas, de las trabajadoras, de las madres que habían sido invisibles para la política nacional”.
Sostuvo que el legado de Ana Zapata es inmenso: representa la fuerza femenina del zapatismo, la unión entre la justicia social y la justicia de género, la lucha por los derechos de las mujeres desde el corazón del pueblo.
“Al proponer su inscripción en el Muro de Honor, no solo rendimos homenaje a una mujer, sino a todas las que lucharon para que hoy, en este recinto, la mitad de los escaños sean ocupados por mujeres”, y al inscribir su nombre “reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad sustantiva, la memoria histórica y los derechos políticos de todas las mujeres”, finalizó.

