El jugo forma parte del desayuno cotidiano gracias a la idea de que aporta vitaminas y minerales esenciales.
En muchos hogares mexicanos, el jugo de naranja es una de las opciones más habituales. Su presencia se explica por la facilidad para conseguir la fruta durante todo el año, su precio accesible y su arraigo en la mesa matutina. Además, suele relacionarse con una alimentación equilibrada debido a sus nutrientes.
La naranja ofrece compuestos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. Estos elementos llegan al cuerpo a través de la dieta diaria y, en este caso, mediante su ingesta en forma de bebida.

¿Realmente es saludable?
Incorporarlo cada mañana puede ser favorable dentro de un estilo de vida balanceado. Información de Cocina Fácil indica que el jugo proporciona energía y respalda distintos procesos fisiológicos. Entre sus ventajas destacan su aporte de fibra, que favorece la digestión, así como su influencia en la función urinaria y en la reducción del colesterol LDL. También puede contribuir a mantener una presión arterial estable.
Su contenido de vitamina C refuerza el sistema inmunológico, mientras que las vitaminas A y E ayudan a mejorar el aspecto de la piel. Otros efectos señalados incluyen un mejor flujo sanguíneo, menor estrés oxidativo en las células y un posible alivio en molestias articulares.

Lo que opinan los especialistas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) señalan que consumir frutas con frecuencia disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas. En este sentido, el jugo de naranja puede funcionar como una alternativa para aumentar su consumo, siempre que se tome con moderación y acompañe una alimentación completa.
Beberlo puede resultar beneficioso si se integra como complemento de una dieta variada. No obstante, es importante recordar que contiene azúcares naturales que deben vigilarse, especialmente en personas con diabetes o con trastornos metabólicos.
Para definir la porción adecuada según las características de cada individuo, lo ideal es consultar a un profesional de la salud, quien podrá ofrecer recomendaciones específicas conforme a las necesidades personales.
