El último mes del año traerá consigo un cierre brillante para los observadores del cielo en México. Diciembre ofrecerá la última superluna de 2025, la espectacular lluvia de meteoros Gemínidas, el inicio del invierno astronómico y cielos oscuros ideales para observar planetas y constelaciones invernales.
La última superluna del año: 4 de diciembre
La noche del jueves 4 de diciembre, la luna alcanzó su fase de plenilunio a las 17:14 horas (tiempo del centro de México), mientras se ubica en la constelación de Tauro. Será una superluna, es decir, el momento en que la Luna llena coincide con su punto más cercano a la Tierra (perigeo).
Esta “luna fría” –como la llaman algunas tradiciones del hemisferio norte– se verá un 7.9 % más grande y 15 % más brillante que una luna llena promedio. En México pudo observarse desde el anochecer hacia el este, dominando el cielo durante toda la noche.
Antes del plenilunio, la luna pasó muy cerca del cúmulo de las Pléyades, un grupo de estrellas jóvenes visibles a simple vista en la constelación de Tauro. El encuentro ocurrió durante la madrugada del 4 de diciembre, poco antes de la superluna.
Mercurio en su mejor momento
El 7 de diciembre, Mercurio alcanzará su mayor elongación oeste, es decir, su punto de máxima separación aparente del sol.
Será el mejor momento del año para observarlo, justo antes del amanecer, hacia el horizonte este-sureste. Con una magnitud de -0.5, podrá distinguirse a simple vista como un punto brillante sobre el resplandor del alba, especialmente en zonas de baja contaminación lumínica.
Luna y Júpiter: encuentro de gigantes
También el 7 de diciembre, la luna, aún con un 89% de iluminación, se acercará a Júpiter en la constelación de Géminis.
Desde México, el acercamiento será visible durante la noche, con ambos astros dominando el cielo oriental. Júpiter, el planeta más brillante después de Venus, será inconfundible incluso en ciudades con alta iluminación.
Las Gemínidas: lluvia de estrellas del invierno
Entre el 13 y el 14 de diciembre, el cielo nocturno se llenará de destellos con la lluvia de meteoros Gemínidas, una de las más activas y coloridas del año.
En su punto máximo, podrán observarse hasta 150 meteoros por hora bajo condiciones ideales.
Este año, la luna estará en cuarto menguante, lo que reducirá la interferencia lumínica. En México, el radiante –en la constelación de Géminis– aparecerá desde el anochecer y alcanzará su punto más alto hacia las 2:00 de la madrugada, momento óptimo para la observación.
Las Gemínidas se originan en el asteroide (3200) Phaethon, y se caracterizan por sus trayectorias lentas y colores intensos, que van del blanco al verde.
Luna nueva y cielos oscuros
El 20 de diciembre, a las 19:43 horas (tiempo del centro de México), ocurrirá la Luna nueva, ofreciendo las noches más oscuras del mes.
Será el mejor periodo para observar objetos de cielo profundo, como la galaxia de Andrómeda, el cúmulo de las Pléyades y las nebulosas de Orión y de Tauro.
Solsticio de invierno: el día más corto del año
El 21 de diciembre, a las 09:03 horas (tiempo del centro de México), el Sol alcanzará su punto más bajo sobre el horizonte, marcando el inicio del invierno astronómico en el hemisferio norte.
Ese día, la luz solar durará menos de 11 horas en la mayor parte del país, mientras que en el hemisferio sur comenzará el verano.
Lluvia de meteoros Úrsidas
Entre el 22 y el 23 de diciembre, se podrá observar la lluvia de meteoros Úrsidas, un fenómeno más discreto que las Gemínidas pero igualmente interesante.
Su radiante se encuentra en la constelación de la Osa Menor, y puede generar entre 5 y 10 meteoros por hora. Este año las condiciones serán excelentes, ya que el pico ocurrirá dos días después de la Luna nueva, garantizando cielos oscuros durante toda la noche.
Conjunciones de fin de año
El 27 de diciembre, la Luna menguante se acercará a Saturno, visible hacia el suroeste poco después del atardecer. Esa misma noche también estará próxima a Neptuno, aunque este último solo será visible con telescopio.
Por último, el 31 de diciembre, la Luna creciente pasará nuevamente cerca del cúmulo de las Pléyades, ofreciendo un cierre simbólico del año astronómico: el mismo encuentro que inauguró diciembre, visible desde todo México antes de la medianoche.
Mirar el cielo en diciembre
Diciembre es el mes de las noches más largas del año y de los cielos más nítidos del invierno. Para observar mejor, busca lugares alejados de luces artificiales y permite que tus ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 20 minutos. Las constelaciones de Orión, Tauro y Géminis dominarán el firmamento.
Cerrar el año mirando hacia arriba
El año 2025 concluirá con un cielo lleno de símbolos: una superluna brillante, lluvias de estrellas y el regreso de las noches invernales. Cada fenómeno, distinto pero complementario, recuerda que el universo sigue su curso, constante y sereno, sobre nuestras ciudades y montañas.
Diciembre invita a mirar hacia arriba y despedir el año con la misma curiosidad con la que la humanidad siempre ha buscado comprender el cielo.

