Un equipo de astrofísicos del Rensselaer Polytechnic Institute y la NASA ha presentado un diseño innovador de telescopio espacial que podría facilitar la detección de planetas similares a la Tierra alrededor de estrellas cercanas.
Según los investigadores, los telescopios con espejos primarios rectangulares podrían superar limitaciones de otros enfoques actuales.
Observar un exoplaneta es extremadamente difícil, ya que las estrellas son millones de veces más brillantes que los planetas que orbitan. Para separar visualmente ambos objetos, se requiere un telescopio grande y ubicado en el espacio, debido a que la atmósfera terrestre distorsiona la luz.
Los planetas con agua líquida emiten más luz en longitudes de onda de alrededor de 10 micras, por lo que un telescopio necesitaría un diámetro de al menos 20 metros para detectar planetas similares a la Tierra a 30 años luz, mucho más que los 6,5 metros del Telescopio James Webb (JWST).
Los intentos de superar esta limitación, como el uso de múltiples telescopios pequeños o de “parasol” espacial para bloquear la luz estelar, enfrentan desafíos tecnológicos y de costos significativos.
La propuesta del nuevo estudio plantea un telescopio con un espejo rectangular de 1 × 20 metros, operando en luz infrarroja cercana a la del JWST.
Gracias a su forma, el telescopio podría separar la luz de la estrella de la del planeta y, al rotar el espejo, detectar exoplanetas en distintas posiciones alrededor de la estrella.
Según los autores, este diseño permitiría encontrar hasta la mitad de los planetas similares a la Tierra en un radio de 30 años luz en menos de tres años, sin requerir desarrollos tecnológicos extremos.
El concepto combina ideas del JWST y del hipotético observatorio DICER, ofreciendo una alternativa más práctica para la búsqueda de mundos habitables cercanos.