El 29 de octubre de 2025, aproximadamente a las 08:38 horas, la empresaria Michelle Coranguez recibió una llamada de su trabajador Julio César Campuzano, quien le informó que había sufrido un percance vial en la ciudad de Cuautla, en el que una persona del sexo femenino resultó lesionada, lo cual le preocupó; sin embargo, sintió alivio al recordar que todos sus vehículos contaban con un seguro amplio con la empresa Quálitas.
Lo que Michelle no sabía, es que estaba a punto de engrosar la enorme lista de clientes inconformes con la empresa Quálitas, que —de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF)— ocupa el primerísimo lugar en quejas a nivel nacional.
Su “viacrucis” comenzó ese mismo día, cuando acudió personalmente al lugar del percance, confiada en que la aseguradora ya se estaría haciendo cargo de todo. Para su sorpresa, a las 9:20 de la mañana logró comunicarse con su trabajador, quien le informó que lo llevaban detenido y que la camioneta Ford Transit, modelo 2017, propiedad de la empresa, había sido trasladada por una grúa con destino a Torre 21, misma camioneta que contenía un producto perecedero (huevo en cascara de gallina), con un valor aproximado de 36 mil pesos.
“Al arribar a dichas instalaciones, solicité información a una persona que se encontraba fuera de las instalaciones de dicha dependencia, para ver en qué condiciones se encontraba mi trabajador, misma persona que me indico que debía dirigirme con el oficial a cargo, señalándome a un elemento con uniforme de tránsito.
“Al acercarme y explicarle que era la propietaria del vehículo involucrado y superior del trabajador que manejaba dicho vehículo, el oficial me indicó que primero debía hablar con el ajustador, es decir la persona que estaba cubriendo el siniestro, misma persona que me parece responde al nombre de Francisco Javier Reyes Betancourt —ajustador de Quálitas— persona que se encontraba anotando datos junto a la grúa, en la cual se encontraba sobre dicho vehículo la camioneta propiedad de la moral, y también una motoneta color rojo con negro, acercándome a él, (ajustador) le pregunté si el seguro se haría responsable de los daños y de la persona lesionada. A lo que inmediatamente me respondió que no, y acto seguido procedió a ignorarme y no sé si tomó una llamada o le marcó a alguien, terminó su llamada y me dijo que ya venía en camino el abogado quien le había dado instrucciones que de ninguna manera el seguro se haría responsable”, dice Michelle Coranguez en su queja.
Agrega que minutos después llegó el supervisor Pedro García Sánchez y le solicitó al chofer de la grúa le permitiera bajar la mercancía consistente en huevo en cascara de gallina en charolas de plástico de la marca San Juan, a lo cual accedió, lo que redujo el daño patrimonial.
Inconforme con el servicio prestado por parte del ajustador, le insistió en que me dijera la razón por la que el seguro no respondería por el siniestro, a lo que le contestó: ¨si tu trabajador me hubiera dicho me pasé el semáforo y los impacté, o se me aventó la moto, el seguro respondería, pero como me dijo ´no vi el semáforo´ entonces el siniestro no califica como responsabilidad del empleado” y por ese motivo el seguro no respondería.
Según la queja presentada ante la CONDUSEF, la usuaria considera que las autoridades que intervinieron conjuntamente con el personal que labora para Quálitas, (ajustador y abogado), involucrados en este incidente, todos absolutamente todos, tuvieron un comportamiento irregular, manejando un doble discurso, pues al ver que ambas partes no querían proceder a la demanda, o de manera legal alguna, si hablaban con la empresaria textualmente le decían “fíjate si quieres otorgar el perdón, tu no conoces a esta familia, lo único que quieren es sacarte dinero”, si hablaban con los familiares de los afectados les decían “ahorita te va cubrir los gastos de la cirugía, pero si más adelante hay otra lesión que ahorita no se ve, tu mamá se puede morir o te vas a gastar cien, doscientos o hasta trescientos mil pesos, así que piensa si les quieres otorgar el perdón”; conducta que desde luego “me hace pensar que existe un acuerdo tácito entre ellos, para obtener beneficios económicos al llegar a juicio con detrimento para su compañía de seguros y desde luego para el asegurado”, sostiene la quejosa Michelle Coranguez.
Responsabiliza directamente al abogado de Quálitas, Ricardo Rivera Figueroa, quien en todo momento observó un comportamiento altanero y déspota, cuando se supone que se contrató a esa empresa para recibir asesoría y representación, por lo que está solicitando que sea retirado del cargo.
Pero no es el único caso, las cifras oficiales y estudios del sector muestran además que, dentro del total de reclamaciones del ramo, unas pocas empresas concentran una parte muy relevante de las denuncias. En un corte informado por la Condusef a diciembre de 2023, Quálitas y GNP figuraban con pesos similares en la participación de reclamaciones del sector (Quálitas alrededor del 18% en ese reporte), mientras que otras aseguradoras como Chubb también aparecían entre las más reclamadas.
El mal servicio de Quálitas Seguros no ha cambiado en 2025, según lo expresado por numerosos usuarios en redes sociales. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) ya había ubicado a esta aseguradora como la peor evaluada en su informe de 2024. En él, se destacaba que cerca del 50% de los encuestados no entendía los términos de su póliza y el 63% de las quejas correspondían a seguros de auto, principal giro de la empresa.
El malestar crece en estados como la Ciudad de México, Jalisco y Sinaloa, donde se concentran la mayoría de las denuncias. Las redes sociales se han convertido en el principal canal de queja pública ante lo que muchos consideran abandono por parte de Quálitas Seguros.
A pesar del historial de reclamos, la situación no parece mejorar. La percepción de Quálitas Seguros como una empresa poco confiable se ha consolidado por la falta de soluciones reales. El llamado de los usuarios es claro: la aseguradora debe asumir responsabilidades y resolver las fallas en su servicio.
“Al cierre de este primer semestre de 2025, Quálitas continúa liderando las estadísticas de quejas, un lugar que ha mantenido por segundo año consecutivo. Las promesas de mejora no se han traducido en acciones concretas, lo que mantiene la insatisfacción generalizada de sus clientes”, dice el portal Índice 24 en una nota que usted puede encontrar en el link https://indice24.com/usuarios-reafirmaron-que-qualitas-mantuvo-en-2025-el-peor-servicio-entre-aseguradoras/
HASTA MAÑANA.
