La histórica elección de funcionarios judiciales de la Federación en toda la República Mexicana hizo que prácticamente pasara desapercibido el proceso electoral en los estados de Durango y Veracruz. Fueron de las llamadas “elecciones intermedias” en las que no están en juego las gubernaturas, pero que sí sirven para medir los avances o retrocesos de los partidos políticos.
Para el caso del estado del norte, son tres municipios los que concentran el mayor número de votantes: Durango capital, Gómez Palacio y Lerdo.
Desde el periodo de precampaña, Morena envió a Durango a sus personajes más célebres a operar para tratar de conquistar ese estado que a nivel gobierno del estado está gobernado por el priista Esteban Villegas en alianza con el PAN.
De hecho, existió molestia del PT en su dirigencia estatal por el hecho de que Morena sólo se alió con dicho partido en Durango al considerar que en dicho estado están complicadas las cosas y compitieron en coalición Morena-Verde-PT, caso contrario en Veracruz donde Morena tenía mejores condiciones y sólo camino de la mano del Verde.
El hecho en concreto es que Morena para la capital del estado del norte, que es “la joya de la corona” (y que tiene casi al 40% de la población de todo el estado), escogió a José Ramón Enríquez “El Doctor Enríquez” como su candidato y como su coordinador de campaña a un personaje célebre en Morelos y que seguramente mantiene su credencial de elector con domicilio de Morelos. Nos referimos a Ulises Bravo Molina, quien alguna vez ostentó el puesto de “encargado” de la dirigencia estatal de Morena en nuestra entidad.
Desde el inicio, hubo complicaciones en la campaña porque los personajes de arraigo de Morena en la capital no veían con buenos ojos la llegada de una persona ajena a ellos para coordinarlos, alguien que no conocía los liderazgos, las comunidades y las formas de cómo conquistar el electorado en dicho municipio, y así se lo hicieron saber a Andrés Manuel López Beltrán, a quien todos conocen como “Andy”.
Pero Ulises Bravo no llegó solo, se llevó a operar a Jonathan Mejía Alegría, quienes se encargaron en llevar al Dr. Enríquez a una derrota catastrófica.
En Durango vieron prácticas similares a las que ese par hicieron en Morelos, empoderados y arrogantes empezaron a sentirse dueños de la candidatura y ya estaban ofreciendo y poniendo al mejor postor los cargos más relevantes en Durango, ya los estaban vendiendo sin haber siquiera ganado.
Hubo quejas severas y un desmoronamiento por las estructuras ya que los “apoyos” no estaban llegando a la base morenista, y acusaron tanto a Ulises Bravo como a Jonathan Alegría por ello, ya que mientras la gente de base estaba en las calles pidiendo el voto, a este par se les veía solo en los mejores restaurantes y en campaña sin siquiera bajarse de las cómodas camionetas con el aire acondicionado.
El resultado fue estrepitoso: el Dr. Enríquez se fue hasta el tercer lugar, muy lejano de José Antonio Ochoa, candidato del PRI-PAN que resultó ganador con más del 46% de los votos, incluso MC quedó en segundo lugar con el 27% de los sufragios, mientras que el candidato de Morena apenas alcanzó el 20% de las preferencias electorales el pasado domingo.
Morena y sus dirigentes jamás se imaginaron que acabarían rezagados hasta un tercer lugar en la capital de un estado, algo que no ocurría para dicho partido desde 2018.
Veremos qué cuentas entregan el par de morelenses a la dirigencia nacional de Morena, y a ver si les vuelven a encargar otra elección.
La sorpresa de la jornada, en Veracruz y Durango, ha sido precisamente el crecimiento de Movimiento Ciudadano a costa del PAN, del PRI y también de Morena. “Nos consolidamos como segunda fuerza de México, la nueva opción. PRI, PAN, Morena, siguen representando la vieja política”, dijo en un mensaje publicado en sus redes el líder del partido, Jorge Álvarez Maynez.
Sin ser demasiado tensa, la jornada ha dado para mucho en Durango, donde Morena ha denunciado “actos de violencia, intimidación y represión” contra sus militantes, precisamente en Lerdo, en la comarca Lagunera, como Gómez Palacio, cerca de Coahuila.
El partido guinda ha calificado los comicios en la entidad, que gobierna el PRI, de “elección de estado” y ha pedido que se investiguen los hostigamientos, particularmente la “detención arbitraria” del coordinador de campaña de su candidata en la ciudad, Flora Isela Leal.
En Veracruz, había expectación por la reacción de la ciudadanía en el feudo de la familia Yunes, influyentes políticos del PAN en la región central costera. Su apoyo a la reforma judicial impulsada por Morena el año pasado desató críticas dentro del partido, que llevaron a la expulsión de Miguel Ángel Yunes y su hijo.
Visto el resultado en Boca del Río y el Puerto, parece que a la ciudadanía le ha dado un poco igual. La baja participación, menor al 40%, ha mostrado en realidad un enfrentamiento entre las estructuras de los partidos, con resultados equilibrados.
Por número de municipios, el partido guinda se mantiene o retrocede. En Veracruz, donde ha logrado conservar Xalapa, la capital, y las grandes ciudades del sur, Coatzacoalcos y Minatitlán, el partido cuenta con 71 victorias, más las 41 de sus aliados nacionales, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, un número menor de las que alcanzó en el ciclo anterior. Su gran derrota es la pérdida de Poza Rica, en el norte, a manos de Movimiento Ciudadano (MC), que ha cuadriplicado sus alcaldías en la entidad.
Y si Ulises Bravo estuvo en Durango, en Veracruz participó la presidenta vitalicia del Partido del Trabajo en Morelos, Tania Valentina Rodríguez Ruiz. En su cuenta de Facebook publicó la clásica foto de grupo con las manos en alto en señal de triunfo:
“Estoy feliz y orgullosa del resultado obtenido en Veracruz! Más de 373 mil votos y 35 municipios ganados por el PT son el reflejo del trabajo honesto, comprometido y cercano que tenemos con nuestra militancia. Desde Veracruz celebramos esta victoria popular que fortalece el rumbo de la izquierda con identidad y convicción”.
HASTA MAÑANA.