Ayer, vía algunos canales de comunicación, se mencionaba que luego de un estudio desarrollado por “México social”, revista editada por el Instituto de Capacitación, Estudios, Investigación, Desarrollo y Asistencia Social, en 116 universidades e instituciones de educación superior que forman parte de la ANUIES, nuestra máxima casa de estudios se colocó entre las primeras diez.
Claro, en los primeros sitios aparecieron, entre otras, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico de Monterrey, que son monstruos en la materia, pero el que la UAEM se situara arriba de más de 100 es realmente de reconocerse y sobre todo muestra que para nada anda tan mal como sus detractores sostienen, y que muy a pesar de esas campañas de calumnia podemos sentirnos orgullosos de la institución.
DENUNCIAN MAESTROS CLANES FAMILIARES EN EL IEBEM
Y en otro tema, maestros del SNTE siguen sosteniendo que en el interior del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) hay un sinnúmero de plazas ocupadas por toda clase de funcionarios del sector, que en la mayoría de los casos no tienen los perfiles requeridos para justificar su contratación.
Y eso se viene presentando en la mayoría de los planteles de primaria y secundaria, independientemente de lo que acontece a nivel de la sede del IEBEM, donde la nómina alcanza números históricos. No mencionaremos las fuentes informativas, por los riesgos que ello representa, pero las referencias son claras, los mejores espacios son para recomendados, “apadrinados” e influyentes, que se despachan con todo, ante la impotencia del personal que además por antigüedad, conocimientos y experiencia, tendría que ser promovido.
En uno de los centros educativos donde crece el descontento es en la Secundaria Dos de Alta Vista, por la imposición de un director, que en la evaluación logró una calificación casi de reprobado, sin embargo, está a punto de ser designado, con apoyo del director general de Secundarias en el estado. El titular del IEBEM, Fernando Celerino Pacheco Godínez, debería poner algo de atención al problema.