Una iniciativa que busca prohibir la colocación de cualquier tipo de propaganda o publicidad comercial en el equipamiento urbano, fue presentada ayer en el Congreso del estado.
De ser aprobada, quedaría prohibido colocar cualquier tipo de artículo publicitario en el mobiliario urbano, desde los llamados pendones o gallardetes, hasta una simple cartulina, y serían los municipios quienes se encargarían de hacer valer el ordenamiento.
Propuestas como ésta, además de ayudar a que se limpie la contaminación visual en el espacio público, tienen impactos positivos medioambientales: desde reducir el uso de plásticos o papeles, hasta evitar que se tapen coladeras con la basura, en la que se convierten irremediablemente.
Sin embargo, en otras entidades una legislación similar ha mostrado que los cuerpos de seguridad municipal se vuelven verdaderos “cazadores” de colocadores o volanteros para detenerlos, remitirlos ante la autoridad y que paguen su multa, pues representan buenos dividendos para las administraciones en turno y se olvidan de ejercer su función más importante, la de brindar protección.
