Las comparecencias de ayer de los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Fiscalía General del Estado ante el Pleno del Congreso, se desahogaron en un ánimo de civilidad en el que imperó el respeto por escuchar los puntos de vista de todos quienes hicieron uso de la voz.
Si bien hubo algunos cuestionamientos incisivos a la labor que se realiza en ambas instituciones, al menos por este ejercicio parece que sigue siendo válido el argumento de que se trata de una administración aún incipiente e, incluso, que todavía transita por un periodo de curva de aprendizaje.
En la jornada de ayer en el Congreso, el mayor número de cuestionamientos fue para el fiscal del estado, quien supo sobrellevarlo sin sobresaltos. Con Miguel Ángel Urrutia los legisladores fueron más mesurados.
Para el próximo ejercicio de rendición de cuentas la coyuntura será diferente, sobre todo si no hay mejores resultados en temas sensibles para la ciudadanía, como la extorsión, el feminicidio, los homicidios y en general la percepción de inseguridad. Para entonces, los cuestionamientos podrían intensificarse.