El escándalo y la confrontación permean en la agenda política nacional, mientras la inquietud es patente en torno a los temas de los que la gente reclama atención, como la violencia, el crimen, la economía en caída, la crisis en servicios públicos, el ultraje a las instituciones y sistemas que representan equilibrio y contrapeso democráticos…
El cisma en el partido gobernante tiene en expectativa al ciudadano: pasado y presente se carean en medio de discursos y narrativas que chocan con la realidad y tienen al país en incertidumbre.
El mexicano reclama el combate a los cárteles de la droga y a los grupos de la delincuencia que lo dañan en su día a día. Sin embargo, las acciones oficiales no alcanzan y se confunden con el negacionismo, transigencia, impunidad y una faramalla en la que la “defensa de la patria” no se materializa en la seguridad de la población.