La panorámica interna del PRI es variante y sus aristas van en los entendimientos que tengan sus militantes, que por cierto vale la pena destacar que, por ejemplo, hay distanciamiento entre ciertos grupos.

Es de destacar que dentro de los municipios la conformación de los cabildos no es una situación de unidad, la que es vista porque los presidentes municipales priístas, al igual que los síndicos y los regidores, de manera separada han conformado sus propias agrupaciones.

La situación no es diferente en el Congreso estatal ni mucho menos entre los diputados federales, que vale la pena decir que el coordinador de éstos, Manuel Agüero Tovar, tiene sus preferencias por Samuel Palma César, mientras que Francisco Moreno Merino va con todo el apoyo hacia su compadre Víctor Manuel Saucedo Perdomo.

Por parte de Rosalina Mazari Espín y Félix Rodríguez Sosa han expresado todo su apoyo hacia Amado Orihuela Trejo y por supuesto Jaime Sánchez Vélez va por su propio equipo.

Será interesante la forma en que las corrientes internas del priísmo morelense vayan manejándose, sobre todo aquellas porque también es el 2012 lo que van a pelearse con las candidaturas.

Lo que pase en Morelos, lejos de lo que muchos piensan, no influirá en lo mínimo en Guerrero o en la elección presidencial, porque el padrón electoral del estado es de menos del 3% del de todo el país y no es esencial para abonar en el triunfo de una elección federal.

Es decir, los grupos internos del PRI lo que buscan es el manejo de las prerrogativas que son cercanas al millón 200 mil pesos mensuales, al disponer del mayor número de candidatos al gobierno estatal, Congreso local y del federal, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías.

El manipular un millón 200 mil pesos no es un aspecto financiero que pueda ningunearse, al contrario es el futuro económico del próximo presidente del CDE del PRI, porque para las próximas elecciones no podrá aspirar a ningún cargo electoral, así lo dispone la convocatoria y los estatutos del tricolor.

El asunto es que Samuel Palma César tiene el camino abierto para manejar en el futuro las finanzas del PRI, porque así lo dispone la convocatoria, y porque la línea del CEN va dirigida a los liderazgos sociales del estado que deben acatarla, registrarse y aparentar un proceso interno “limpio y transparente”.

Lo de Samuel Palma César también es una candidatura de unidad disfrazada, en la que ya estamos en el primer acto, el padrón interno será el segundo, el proceso del 7 de noviembre el tercer acto y la culminación de la obra guiñol su toma de protesta.

De otras cosas…

Feo el asunto en Jiutepec, haber quién salva al presidente municipal Miguel Ángel Rabadán, porque eso de la auditoría al frente del sistema de agua si que le va a dejar secuelas, aunque trate de protegerlo el auditor gubernamental Gerardo Casamata Gómez, que no podrá tapar el sol con un dedo.