De manera anónima, por temor a represalias, trabajadores de la comuna (tanto hombres como mujeres) informaron que desde el viernes fueron citados, de manera obligatoria, para presentarse el sábado por la mañana a fin de derrumbar las paredes del Ayuntamiento, condicionando su participación con el despido o descuentos para quienes no acudieran.

Desde las 07:00 horas de este sábado, alrededor de 40 trabajadores de la comuna se dieron cita en las instalaciones del Ayuntamiento, quienes, “marro” en mano, comenzaron a derrumbar el edificio.

Fuentes extraoficiales informaron que para el inicio del derrumbe se dieron cita integrantes del cabildo y personal de Obras Públicas, quienes dieron instrucciones a los trabajadores, además de una máquina que presuntamente se encargaría de retirar el escombro.

Los trabajadores de áreas como Servicios Públicos y Obras Públicas comentaron que acudieron por temor a ser despedidos, pero no recibirían ningún pago extra ni compensación por este trabajo, por lo que acataron la indicación.

Asimismo, por parte de vecinos del municipio y del propio personal de la comuna, trascendió que el gobierno municipal no cuenta con recurso económico para la construcción de un nuevo palacio municipal, ni con ningún proyecto definido, como han realizado todas sus obras.

“Sólo tienen material que sacarán del negocio del hijo del diputado Alfonso Miranda, René Miranda Domínguez, quien durante esta administración aprovechó el tráfico de influencias y logró, a través del saqueo del río y de la barranca salada, tener su casa de materiales, cuando antes de que trabajaran en el Ayuntamiento sólo tenía la carnicería y la taquería”, denunciaron vecinos del municipio.

Asimismo, aseguraron que esta acción del derrumbe del Ayuntamiento es para evadir las responsabilidades y dejar a la próxima administración sin ni siquiera un espacio para iniciar su periodo. “Ya vendieron el parque vehicular, desintegraron el sindicato, vendieron los locales del mercado a personas ajenas al sector comercial del municipio, no cuentan con recursos y buscan desaparecer la documentación y los archivos digitales para que la próxima administración no les compruebe el saqueo que hizo la familia Miranda, en complicidad con la regidora Irma Sánchez Castillo y el síndico municipal, Rosalío Ávila Beltrán, con el apoyo del regidor del PRI, Procopio Monjaraz”, acusaron vecinos del primer cuadro que fueron testigos del derrumbe del Ayuntamiento, el cual –aseguraron– era un edificio antiguo, con más de 70 años.