Pobladores y visitantes disfrutaron de una edición más del tradicional Festival de las Mojigangas.
Zacualpan de Amilpas. Este domingo 28 de septiembre se realizó el Festival de las Mojigangas 2025.
De acuerdo con los organizadores, esta festividad se lleva a cabo desde hace más de 60 años en este municipio.
En esta ocasión participaron más de 22 comparsas, que trabajaron durante meses en el diseño y en la elaboración de las vestimentas y esculturas.
El evento, programado para las 16:00 horas, comenzó un poco después con la caravana de los diferentes contingentes, exponiendo sus temáticas ante el público que llenó las calles por donde pasó el desfile.
Turistas locales y de distintos estados, incluso de Estados Unidos, presenciaron este desfile, que es uno de los más vistosos de Morelos y el que congrega al mayor número de personas en ese municipio.
Según la tradición oral, el festival de mojigangas tiene sus orígenes en 1810, cuando fue descubierta la conspiración de Querétaro; para no ser atrapados, algunos conspiradores se disfrazaron de alguna forma como mujeres, vistiéndose de largo y cubriendo su cabeza.
Las mojigangas originales son hombres disfrazados como mujeres. En los últimos cinco años, diferentes grupos, constituidos principalmente por jóvenes, participan en mojigangas que expresan diferentes temas y que se elaboran en cartonería fina.
En Zacualpan de Amilpas, la mojiganga ha alcanzado un grado de elaboración y finura que la han convertido en un arte.
Se ha propuesto que el término mojiganga tenga su origen en la boxiganga o en las compañías de bojiganga del teatro ambulante de los siglos XVI y XVII (una de las ocho que enumera Agustín de Rojas Villandrando en su libro El viaje entretenido). Y con el tiempo, y gracias a la popularidad de estas mascaradas grotescas, el género acabó invadiendo el espacio del entremés barroco.
Llegó a México con la conquista española, aunque algunos que saben dicen que en sus notas de viajero por Oriente, Marco Polo las menciona y asegura que las vio en China y la India.
Así, la llamada mojiganga entremesada fue –a partir de mediados del siglo XVII– la pieza dramática breve por excelencia. Entre los cultivadores del género destacaron: Pedro Calderón de la Barca (La mojiganga de las visiones de la muerte), Juan Vélez (Mojiganga de las figuras), Simón Aguado (Mojiganga de las niñas de la Rollona), Vicente Suárez de Deza, Francisco Monteser, Alonso de Ayala y Manuel de León Marchante, entre otros. También cultivaron el género Francisco de Quevedo y Pedro de Quirós.
En algunas partes de Morelos se da el nombre de mojigangas a muñecos grotescos –o máscaras– que hacen su aparición en algunas fiestas populares y acompañan procesiones.