Según la ENR (Estadísticas de Nacimientos Registrados), en 2023 se registraron 1,820,888 nacimientos, lo que representa una disminución del 3.7% respecto a 2022. Esto nos lleva a preguntarnos por qué cada vez más jóvenes deciden no tener hijos.
Históricamente, la falta de oportunidades ha sido un desafío, pero hoy en día encontrar un trabajo estable y bien remunerado a largo plazo es poco frecuente. Los horarios extensos con bajos salarios apenas alcanzan para cubrir las necesidades personales, por lo que pensar en tener hijos se vuelve complicado y, en muchos casos, irresponsable desde su perspectiva.
Ya sea por razones económicas, emocionales, de estabilidad personal o bienestar, muchos jóvenes optan por no ser padres. Tener hijos hoy no siempre forma parte de los proyectos de vida; las nuevas generaciones son conscientes de lo que implica la maternidad y la paternidad, y consideran que es un camino lleno de incertidumbre y riesgos.
Factores como salarios insuficientes, falta de servicios básicos, un planeta cada vez más contaminado y altos índices de violencia contribuyen a esta decisión. Basta investigar cifras de feminicidios y homicidios para comprender el entorno en el que se vive.
Cuestión económica
El principal motivo para no tener hijos es la falta de recursos suficientes. Si no se puede ofrecer un bienestar mínimo, traer a otra persona al mundo podría implicar sufrimiento.
La crianza implica un alto costo: alimentación, salud, educación, ropa y entretenimiento, entre otros. Por ello, muchos jóvenes reconsideran la idea de formar una familia hasta lograr una estabilidad financiera.
Salud emocional
¿Crecimos en un entorno saludable? ¿Hubo violencia? ¿Carencias? El entorno en el que crecemos influye directamente en nuestra salud emocional. Experiencias de abuso, escasez o heridas emocionales, pueden generar ansiedad, depresión u otros trastornos, lo que dificulta cuidar de otro ser. Repetir patrones negativos puede generar miedo y afectar la capacidad de formar una familia funcional.
Sobrepoblación y medio ambiente
Actualmente, el mundo cuenta con más de 8,231 millones de habitantes, y México tiene 138,280,581 personas. Esto genera preocupación sobre la disponibilidad de recursos naturales en el futuro.
El cambio ambiental afecta no solo a los humanos, sino a todo nuestro entorno. Problemas de agua, electricidad y falta de educación ambiental, sumados a la explotación de recursos por grandes empresas, hacen que muchos jóvenes cuestionen la viabilidad de traer hijos al mundo actual.
Inseguridad
La percepción de inseguridad influye en la decisión de no tener hijos. La violencia, el acoso y el robo generan temor por la integridad de futuros hijos, haciendo que muchos jóvenes prefieran posponer o evitar la maternidad y paternidad.
Las condiciones en México son cada vez peor, crecemos en entornos peligrosos y los normalizamos tanto que ya no se nos es extraño leer noticias de violencia.
Implicaciones en el embarazo
Se tiene conocimiento que no todos los embarazos son buenos, y no todas las mujeres tienen la posibilidad de llevarlos de la mejor manera, significa cambios en el cuerpo y distintos síntomas. Detener, cambiar o modificar tu vida durante algunos meses para hacerte cargo de otro ser, para algunas mujeres puede llegar a ser difícil, frustrante o solitario. La falta de recursos para llevar el control natal, los chequeos mensuales, o bien, la carencia de seguro social en trabajos no estables.
Superación profesional
Alcanzar metas educativas, profesionales o proyectos personales requiere tiempo y dedicación. Para muchos jóvenes, priorizar su desarrollo personal implica posponer o renunciar a tener hijos. Esta decisión permite enfocarse en objetivos propios sin afectar a terceros.
Decidir si tener hijos es una elección profundamente personal. Debe basarse en metas, valores y circunstancias individuales. Escuchar experiencias de otros puede ser útil, pero ninguna opinión externa debe imponerse sobre lo que cada persona desea para su futuro. Al final, es un camino que cada quien recorre, con retos, beneficios y satisfacciones propios.