Los envíos de dinero que realizan los paisanos que trabajan en Estados Unidos a sus familias aquí en México son muy importantes. Esos recursos se conocen como remesas. Llevados por la necesidad de una vida mejor, muchos mexicanos emigran a EU y trabajan para el mantenimiento de sus familias.
De acuerdo con el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), entre 2007 y 2016, las remesas familiares crecieron 51%, siendo los países en desarrollo los principales beneficiarios. Para países como Haití (25% del PIB), Honduras (18%), Jamaica y El Salvador (17%) y Guatemala (10%), las remesas forman parte importante de su economía (PIB).
De acuerdo a esta fuente, en 2016, México fue el cuarto país receptor de remesas en el mundo, con 28,500 millones de dólares (MDD), solo superado por la India, China y Filipinas. Actualmente, el Banco de México ha informado que las remesas, en 2024, ascendieron a 63,239 MDD. Es decir, un crecimiento de 122% en tan solo ocho años.
El estado de Morelos captó el 1.8% del total de remesas en el país, ocupando el lugar no. 19 entre las entidades mexicanas, con 269 millones de dólares recibidos en el primer trimestre de 2025. Los municipios que más reciben remesas son Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec. A nivel nacional, los estados más beneficiados son Michoacán (8.9%), Jalisco (8.8%) y Guanajuato (8.5%).
Para la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENIGH) del INEGI, las remesas forman parte de las transferencias que reciben las familias morelenses y, aunque en el conjunto de ingresos no es significativo, sí lo es para las familias de nuestros paisanos avecindados en EU.
Desde luego, no todo es color de rosa. El sostenimiento de nuestros paisanos en EU es caro. Ellos dedican el 85% de sus ingresos para gastos de sobrevivencia en el lugar donde residen y solo envían el 15% de sus ingresos a sus familias. Esto, sin contar la incertidumbre, las constantes amenazas de repatriación del gobierno de EU y la nostalgia por estar fuera de su país de origen y alejados de sus familias. Incluso, hay familias completas que se encuentran allá, llevadas por la necesidad de una mejor vida.
Debe valorarse el riesgo, el esfuerzo y la solidaridad de nuestros paisanos que siguen apoyando a sus familias con el sudor de su frente desde el extranjero. Y es deseable que, a mediano plazo, la falta de oportunidades en México para ganar un sustento decente sea superada y existan opciones para una vida digna y segura. Solo así disminuirá la emigración a los Estados Unidos.