El Gobierno de México rechazó este martes la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas luego de que la embajada mexicana en ese país otorgara asilo político a la ex primera ministra peruana Betssy Chávez, aliada del expresidente Pedro Castillo, procesada por el fallido intento de golpe de Estado de 2022.
El subsecretario para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez, señaló que México actúa de manera pacífica, humanitaria y en estricto apego al derecho internacional.
Explicó que el asilo fue concedido tras una evaluación conjunta de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Gobernación, considerando que Chávez denunció violaciones a sus derechos procesales y persecución política.
Velasco recordó que México se basó en la Convención de Caracas sobre Asilo Político y en resoluciones de la ONU que establecen que otorgar asilo político no constituye un acto hostil. Además, destacó la larga tradición mexicana de ofrecer asilo diplomático como parte de su historia y principios humanistas.
La subsecretaria para América Latina y el Caribe, Raquel Serur Smeke, subrayó que el asilo es una de las instituciones más nobles de México, recordando casos históricos como los refugiados españoles durante el gobierno de Lázaro Cárdenas y figuras como José Martí, León Trotsky, Rigoberta Menchú y Evo Morales.
Pablo Monroy Conesa, director general para América del Sur, explicó que los casos de Chávez y Castillo están vinculados y destacó que el expresidente fue electo democráticamente y sufrió acoso político, mediático y judicial, con procesos judiciales que, según México, presentan irregularidades equivalentes a violaciones a derechos humanos.
Finalmente, Monroy enfatizó que México no interviene en asuntos internos de Perú y que mantendrá las relaciones consulares por respeto al pueblo peruano, a pesar de la ruptura diplomática anunciada por Lima.
