El aumento de hechos violentos y tragedias en distintas regiones del país ha llevado a que gobiernos locales y estatales suspendan las celebraciones por el Día de la Independencia.
En Veracruz, municipios como Coahuitlán, Coxquihui, Cerro Azul y Zozocolco anunciaron la cancelación de eventos tras el asesinato de Ramón Valencia Pérez, excandidato de Morena a la alcaldía de Coxquihui, quien fue privado de la libertad y posteriormente encontrado sin vida. Desde entonces, más localidades se sumaron a la medida por razones de seguridad.
En Michoacán, los ayuntamientos de Zinapécuaro y Peribán informaron que no realizarán festejos, luego de registrarse bloqueos y la quema de vehículos en la zona, hechos por los cuales fueron detenidas siete personas.
En Uruapan, el alcalde Carlos Manzo también decidió suspender las actividades del 15 y 16 de septiembre tras un ataque contra policías municipales, y solicitó apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum para enfrentar la violencia en el estado.
La capital del país tampoco quedó exenta. En Iztapalapa se canceló la verbena popular prevista en la explanada de la alcaldía debido a la explosión de una pipa en el Puente de la Concordia, incidente que dejó 13 muertos y al menos 30 heridos hospitalizados. En su lugar se realizará únicamente una ceremonia cívica.
En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya anunció este domingo que los festejos en Culiacán se limitarán al acto protocolario, pese a que horas antes se mantenían los preparativos de conciertos en la explanada. La decisión ocurre en medio de la violencia generada por la disputa entre los grupos delictivos conocidos como Los Chapos y Los Mayos.
Con estas determinaciones, varias entidades del país han optado por priorizar la seguridad y la atención a las víctimas en lugar de las celebraciones patrias.