Oaxaca albergará del 16 al 21 de julio el Encuentro Nacional contra la Gentrificación, una iniciativa organizada por distintas comunidades indígenas y organizaciones sociales del estado, que buscan visibilizar y denunciar los efectos del despojo territorial y cultural que enfrentan.
Los convocantes, entre ellos la Asamblea de la Comunidad Indígena Chontal “El Coyul”, la Asamblea de la Comunidad Indígena Binnizá de Puente Madera, la Asamblea Comunitaria de Jalapa del Marqués y la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT), explicaron que el problema va más allá del turismo.
“La gentrificación es un proceso, que va acompañado de una apropiación cultural, en la que prácticas comunitarias, lenguas, patrimonios y símbolos locales son despojados de su sentido original y convertidos en mercancía para el consumo del visitante global”, dijo Mario Quintero, integrante de la APIIDTT.
El evento estará dividido en tres etapas. Del 16 al 19 de julio se realizarán jornadas internas para reflexionar colectivamente e intercambiar experiencias entre los participantes.
El día 20 habrá una jornada abierta al público en el centro de la ciudad de Oaxaca, con foros, actividades culturales y actos de denuncia. El cierre será el 21 de julio con una conferencia de prensa y una barricada cultural, como expresión pública de las resistencias y propuestas.
Los organizadores advirtieron que la gentrificación en Oaxaca ha generado un aumento significativo en los costos de vida y ha afectado directamente a las comunidades originarias, que son desplazadas por la expansión del capital en sus territorios.
Indicaron que esta pérdida cultural va de la mano con una desposesión material: las poblaciones que históricamente han habitado y construido estos territorios están siendo marginadas o expulsadas. Señalaron como ejemplo claro los efectos del Tren Maya y el avance del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
“Los conceptos como turistificación, gentrificación, metropolización, urbanización e industrialización, cobran sentido en lo práctico y forman parte de un mismo entramado de despojo territorial y explotación social, enmarcado en un modelo de desarrollo capitalista que agrava la emergencia”, afirmaron.