Tan sólo en lo que va de este año, 60 cuerpos no han sido identificados de los que 30 más se encuentran en la cámara frigorífica de las oficinas centrales de Semefo, con sede en Cuernavaca, 20 están en Cuautla y 17 en Jojutla.

De las mismas 60, ocho son mujeres y 16 son menores de edad.

Se sabe que 16 fueron víctimas que fallecieron en hospitales por diferentes circunstancias, en tanto que 44 están relacionadas a muertes violentas ocasionadas por grupos delictivos.

En meses pasados, con la autorización del ayuntamiento de Cuernavaca, la PGJ inhumó 27 cuerpos en el panteón La Leona, de la colonia Carolina, de la capital del estado, pero 30 cadáveres más continúan en espera de ser enterrados debido a que ya no hay espacio para los mismos.

Es de destacar que durante 2011 y 2010, la fiscalía morelense envió a la fosa común 86 cuerpos, principalmente los que presentaban lesiones producidas por arma de fuego.

La última inhumación que realizó Semefo fue en Jojutla, cuando la autoridad local donó un predio de su panteón de 18 metros cuadrados para enterrar 30 cadáveres, lo que dejó a esa fosa a la mitad de su capacidad.

Entre las víctimas que esperan a ser reclamadas por sus familiares se encuentran las cinco personas, entre ellas una mujer y un bebé, que fueron acribilladas en un fraccionamiento del municipio de Emiliano Zapata en octubre pasado.

También esta lista de más de cien cuerpos la integran los dos jóvenes que fueron atacados en la colonia del Bosque, en Cuernavaca, apenas la semana pasada.