Los negocios cerraron, la gente se metió a sus hogares y los taxistas decidieron tomar otro rumbo al escuchar las ráfagas de balas que provenían de alguna calle.

La primera llamada telefónica que se registró al sistema de emergencias 066 fue alrededor de las 10:30 de la noche del miércoles.

El denunciante informó a la Policía que en la calle Gladiola, esquina con Salvador Montiel, a unos cuantos metros de una central de taxis había una persona muerta.

A los pocos minutos, a la corporación policiaca les reportaron balaceras en la calle Tepozteco y Ahuatepec.

Los elementos de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SPyAC) de Cuernavaca y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Estatal decidieron esperar a que la situación se tranquilizara para que pudieran llegar a la zona.

La primera escena del crimen que fue resguardada por los uniformados fue en la calle Gladiolas, en donde estaba la víctima que tenía el rostro cubierto con una venda, las manos atadas hacia la espalda y los pies cubiertos con una bolsa negra y amarrados con un lazo.

Además en el pavimento estaba una cartulina blanca con un mensaje, cuyo grupo criminal amenazaba a las personas que considera como “Traicioneros, chapulines tiradores y a los integrantes de Guerreros Unidos”.

Posteriormente el personal del Servicio Médico Forense (Semefo) realizó el levantamiento del cadáver, el cual vestía un pantalón de mezclilla azul, camiseta gris y calzaba botas tipo minero.

Los peritos recogieron un total de 30 cartuchos percutidos de calibre .9 milímetros.

El siguiente punto fue en la calle Tepozteco, a un costado de una tienda de abarrotes en donde fue asesinado Pablo Ortiz de 23 años de edad, vecino de la colonia Cerritos de Cuernavaca.

El occiso tenía impactos de bala en la cabeza y en el lugar había 14 cartuchos percutidos calibre .223 y seis de nueve milímetros.

Pablo Ortiz fue identificado por su hermano, el cual dijo desconocer quién o quiénes fueron los homicidas.

Y para terminar la ola de violencia, a diez metros de la base de la ruta cuatro, calle Ahuatepec, quedó tirado boca abajo un individuo muerto que viajaba a bordo de una motocicleta color rojo, con placas de circulación L8010 de Morelos.

El difunto vestía una chamarra de cuero negra, pantalón de mezclilla azul y zapatos tipo minero negros.

Los agentes ministeriales se dieron cuenta que esta persona tenía los impactos de bala en la espalda y cabeza.

En la calle estaban tirados nueve casquillos calibre .223, los cuales fueron embalados para las investigaciones.

Cabe destacar que a 20 metros del cuerpo estaba una motocicleta color blanco, marca Honda, placas L200H de Morelos, con las luces encendidas.

Las autoridades informaron que posiblemente otra persona esté herida y viajaba en la motocicleta color blanco o la conducía alguno de los asesinos.