El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia manifestó su preocupación por las recientes decisiones de Estados Unidos hacia Venezuela y pidió al gobierno del presidente Donald Trump que no cometa un error que pueda afectar la estabilidad regional y la navegación internacional.
La reacción de Moscú se produce luego de que Trump ordenara un “bloqueo” a los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela, como parte del aumento de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Esta medida se suma a la incautación de un buque sancionado frente a las costas venezolanas la semana pasada, lo que ha provocado que varios cargueros con millones de barriles de petróleo permanezcan en aguas del país para evitar ser retenidos.
En un comunicado, la cancillería rusa señaló que espera que la administración estadounidense mantenga un enfoque racional y pragmático, y advirtió que una escalada podría tener consecuencias impredecibles para todo el hemisferio occidental. También recordó que Venezuela es un país amigo de Rusia.
El ministerio destacó el principio de que cada nación tiene derecho a elegir a sus propios gobernantes sin injerencias externas y afirmó su deseo de que se normalice el diálogo entre Washington y Caracas.
Además, expresó la solidaridad de Rusia con el pueblo venezolano y reiteró su respaldo al gobierno de Maduro en su política de defensa de la soberanía y los intereses nacionales.
