El Senado de Estados Unidos aprobó este lunes un acuerdo bipartidista para reabrir el Gobierno federal, que lleva 41 días cerrado, marcando el cierre más largo en la historia del país.
La medida fue respaldada por republicanos y ocho senadores demócratas, obteniendo 60 votos a favor y 40 en contra, y ahora pasa a la Cámara de Representantes, que deberá ratificarla en las próximas horas.
El compromiso combina tres proyectos de financiación anual para diversas agencias federales con un plan temporal que mantendría en funcionamiento el resto de las dependencias hasta el 30 de enero de 2026, permitiendo al Gobierno retomar actividades tras semanas de paralización.
Entre las disposiciones más relevantes, el acuerdo revierte más de 4,000 despidos de empleados federales ordenados durante la Administración Trump y prohíbe nuevos recortes hasta finales de enero, brindando un alivio a más de 1.3 millones de trabajadores públicos afectados por la falta de presupuesto.
No obstante, el texto no incluye la extensión de los subsidios del programa Obamacare, que expiran a fin de año.
Esta exclusión ha generado divisiones dentro del Partido Demócrata, ya que millones de estadounidenses podrían enfrentar un aumento en las primas de salud.
El senador Rubén Gallego calificó la decisión como “frustrante” y advirtió que “24 millones de personas” podrían verse afectadas.
Mientras tanto, los republicanos celebraron el avance del acuerdo.
El senador Lindsey Graham declaró que el presidente “está a favor” y expresó confianza en que la Cámara de Representantes aprobará el paquete en los próximos días.
Sin embargo, las tensiones políticas persisten.
El congresista demócrata Ro Khanna cuestionó el liderazgo del senador Chuck Schumer, acusándolo de “haber perdido el contacto con la base del partido”, aunque otros líderes demócratas como Hakeem Jeffries defendieron su papel durante las negociaciones.
El prolongado cierre gubernamental ha tenido graves repercusiones económicas y sociales: miles de vuelos cancelados, suspensión de programas de asistencia alimentaria como el SNAP —que beneficia a más de 40 millones de personas— y una posible contracción del PIB estadounidense en el último trimestre del año, según la Casa Blanca.
La Cámara de Representantes, encabezada por el republicano Mike Johnson, ha sido convocada a sesionar este miércoles para debatir y votar el acuerdo.
Si es aprobado, el Gobierno federal podría reabrir oficialmente en las próximas 48 horas, poniendo fin a una crisis que ha paralizado buena parte del país.
