El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a "hacer todo lo posible para que Siria tenga éxito" luego de un encuentro inédito en la Casa Blanca con el líder sirio, Ahmed al Shara.
La reunión, celebrada en el Despacho Oval, se realizó a puerta cerrada. Al Shara ingresó por la Avenida Ejecutiva Oeste, en lugar de la entrada habitual del Ala Oeste, y permaneció cerca de dos horas antes de salir y saludar a simpatizantes reunidos frente a la Casa Blanca.
Tras el encuentro, Trump expresó su confianza en que Al Shara "será capaz de hacer el trabajo" y anunció que planea sostener nuevas conversaciones con el mandatario sirio.
Durante la visita, Siria confirmó oficialmente su adhesión a la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico, convirtiéndose en el miembro número 90, según un alto funcionario estadounidense. Además, Washington permitirá a Damasco reabrir su embajada en la capital estadounidense, con el objetivo de coordinar esfuerzos antiterroristas, de seguridad y económicos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores sirio calificó la reunión como "amistosa y constructiva", y destacó que Trump reafirmó la disposición de Estados Unidos a brindar apoyo necesario para garantizar la reconstrucción y el desarrollo del país.
En una entrevista con 'Fox News', Al Shara reveló que discutió con Trump oportunidades de inversión para que Siria deje de percibirse como una amenaza y se convierta en un aliado geopolítico, especialmente en el sector gasífero.
Prioridad de Al Shara: derogación de sanciones
La visita marcó la primera presencia de un jefe de Estado sirio en la Casa Blanca desde la independencia del país en 1946 y se produjo tras el levantamiento parcial de sanciones impuestas durante el gobierno de la familia Assad.
Al Shara, líder interino desde enero luego de derrocar a Bashar al Assad en diciembre pasado, solicitó la eliminación permanente de las sanciones, aunque su derogación definitiva requiere la aprobación del Congreso estadounidense.
Existen dos propuestas legislativas: una de la senadora Jeanne Shaheen, que eliminaría las sanciones sin condiciones, y otra del senador Lindsey Graham, que condiciona su derogación y revisaría la medida cada seis meses. Desde Siria, advierten que cualquier restricción dificultaría la inversión, bloqueando proyectos económicos y comerciales. Mouaz Moustafa, de la Syrian Emergency Task Force, comparó la situación con "una espada de Damocles que paraliza cualquier iniciativa para nuestro país".
