Taiwán evacuó a más de 3.000 personas de zonas vulnerables y cerró escuelas y oficinas el martes ante la llegada de la tormenta tropical Fung-wong, que dejó al menos 25 muertos y desplazó a más de 1,4 millones en Filipinas.
Fung-wong, clasificada inicialmente como un tifón, ha perdido fuerza mientras se aproxima a Taiwán y se espera que toque tierra el miércoles por la tarde o noche cerca de la ciudad portuaria suroccidental de Kaohsiung.
La mañana del martes, la tormenta registraba vientos sostenidos de hasta 108 km/h (67 mph) y ráfagas de 137 km/h (85 mph), y se prevé que atraviese la isla y salga por el noreste el miércoles por la noche o temprano el jueves, según la agencia meteorológica de Taiwán.
Más de 3.300 personas fueron evacuadas de cuatro condados y ciudades cercanas al municipio oriental de Guangfu, donde un tifón en septiembre provocó inundaciones que desbordaron un lago de barrera, causando 18 muertes.
Escuelas y oficinas permanecieron cerradas en los condados de Hualien y Yilan, mientras que las autoridades emitieron advertencias para las regiones sur y suroeste, incluyendo Kaohsiung, Pingtung, Tainan y Taitung.
En China, se activó una respuesta de emergencia por tifón en las provincias del sureste: Fujian, Guangdong, Zhejiang y Hainan.
Fung-wong tocó la costa noreste de Filipinas el domingo como supertifón, con vientos máximos sostenidos de 185 km/h (115 mph) y ráfagas de hasta 230 km/h (143 mph). La tormenta, de 1.800 kilómetros de ancho (1.100 millas), provocó inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en varias provincias del norte, causando al menos 18 muertes.
Más de un millón de personas seguían desplazadas el martes, incluyendo alrededor de 803.000 refugiadas en 11.000 centros de evacuación en la región norte de Luzón, informó Bernardo Rafaelito Alejandro IV, subdirector de la Oficina de Defensa Civil.
Entre las víctimas, 19 murieron principalmente por deslaves en la Cordillera, una región montañosa de seis provincias propensa a deslizamientos durante la temporada de lluvias, mientras que dos aldeanos permanecen desaparecidos. Otros fallecimientos se registraron por inundaciones repentinas, cables eléctricos expuestos y el colapso de una vivienda, con 29 personas resultando heridas.
Tres niños murieron cuando sus casas fueron sepultadas por deslizamientos en la provincia de Nueva Vizcaya, que también dejó cuatro heridos, y otro deslizamiento en la provincia de Kalinga causó dos muertes adicionales.
"No es una catástrofe masiva en un solo lugar", señaló Alejandro, explicando que los fallecimientos ocurrieron en distintos deslizamientos.
Filipinas y Taiwán enfrentan cada año numerosos tifones y tormentas, y ambas regiones también se encuentran en zonas con alta actividad sísmica.
