Al menos 114 personas murieron y 127 siguen desaparecidas tras el paso del tifón Kalmaegi, uno de los más fuertes de la temporada, por Filipinas, informó la Oficina de Defensa Civil.
La isla de Cebú es la más afectada, con 71 fallecidos, tras recibir vientos huracanados e intensas lluvias entre el martes y miércoles, según Rafaelito Alejandro, subdirector de la Defensa Civil. La isla de Negros también sufrió graves inundaciones.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de desastre nacional debido al impacto del fenómeno, que afectó a casi dos millones de personas en más de 360 localidades.
Más de medio millón de afectados tuvieron que ser desplazados, según el Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
Entre las víctimas se incluyen seis soldados que murieron al estrellarse su helicóptero en Mindanao durante operaciones de rescate. Imágenes muestran a personas refugiadas en los tejados mientras fuertes corrientes arrastraban vehículos y contenedores.
Mientras el país central intenta recuperarse, las autoridades de Luzón, donde se encuentra Manila, se preparan para una nueva tormenta tropical que podría convertirse en supertifón antes de tocar tierra el lunes.
Filipinas enfrenta cada año unos 20 tifones y tormentas, especialmente entre junio y diciembre, y los expertos alertan que estos fenómenos están aumentando en intensidad por el cambio climático.
Kalmaegi ya salió de las aguas filipinas y se dirige al mar de China Meridional rumbo a Vietnam.
