Aviones israelíes atacaron el martes la ciudad de Gaza después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu acusara a Hamás de romper el alto al fuego y ordenara al ejército realizar "ataques poderosos".
Los bombardeos se dirigieron a una zona cercana al hospital Shifa, el mayor del norte de Gaza, según testigos y medios de Hamás. Hasta el momento, no se han confirmado víctimas. El ejército israelí no ofreció comentarios inmediatos sobre los ataques.
Un oficial militar israelí indicó que Hamás violó el alto al fuego al atacar a fuerzas israelíes en un área bajo control israelí, calificando la acción como "otra flagrante violación del alto al fuego".
El acuerdo de alto al fuego, respaldado por Estados Unidos, comenzó el 10 de octubre y puso fin a dos años de guerra iniciada tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que devastaron la franja de Gaza. Desde entonces, ambas partes se han acusado mutuamente de incumplir el acuerdo.
La tensión se intensificó cuando Netanyahu acusó a Hamás de entregar restos equivocados en un proceso de devolución de cadáveres de rehenes.
Los restos pertenecían a Ofir Tzarfati, un israelí muerto en el ataque de 2023, que ya había sido parcialmente recuperado por tropas israelíes.
Hamás había anunciado inicialmente la entrega de un rehén hallado en un túnel de Gaza, pero las Brigadas Al Qassam pospusieron la entrega, citando violaciones israelíes del alto al fuego.
Medios israelíes informaron además de un intercambio de disparos en Rafah, en el sur de Gaza, aunque el ejército no comentó al respecto.
Hamás sostiene que está cumpliendo el acuerdo y acusa a Netanyahu de buscar pretextos para incumplirlo.
Según los términos del alto al fuego, Hamás liberó a todos los rehenes vivos a cambio de casi 2 mil presos palestinos, mientras que Israel retiró sus tropas y detuvo su ofensiva.
