Israel y el grupo militante palestino Hamás firmaron este jueves la primera fase de un plan de paz para Gaza, elaborado en Washington por el Gobierno de Donald Trump.
El acuerdo establece un alto el fuego permanente y contempla la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.
El dirigente de Gaza en el exilio, Khalil Al-Hayya, anunció el fin del conflicto y el inicio de una tregua duradera. Señaló que el movimiento islámico recibió garantías de mediadores y de Estados Unidos de que la guerra ha concluido completamente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, celebró el acuerdo y pidió a ambas partes “cumplir plenamente los términos”, que incluyen la liberación de los rehenes y de 1,950 presos palestinos, así como la entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que está lista para ampliar su labor en la región y destacó que “la mejor medicina es la paz”.
Egipto, anfitrión de las conversaciones, informó que recibió numerosas felicitaciones de países de diversas regiones y expresó su esperanza de que el acuerdo marque “el inicio de un nuevo capítulo en la región” con seguridad y estabilidad para los pueblos palestino e israelí.
Turquía, también mediador internacional, se comprometió a supervisar la implementación del pacto.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, apoyó el acuerdo y señaló que ayudará a fortalecer la conexión entre Cisjordania y la Franja de Gaza.
Por su parte, Donald Trump destacó la firma del acuerdo como un avance del “plan de paz” presentado por su administración.