El presidente Donald Trump afirmó el lunes que el uso de Tylenol (Paracetamol) durante el embarazo podría estar relacionado con el desarrollo de autismo, una declaración que ha generado dudas entre los médicos, ya que no existen pruebas concluyentes que respalden esta conexión.
Durante un evento en la Casa Blanca, Trump también mencionó la leucovorina, una forma de ácido fólico, como posible tratamiento para los síntomas del autismo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó recientemente una versión del medicamento fabricada por GSK para tratar una afección metabólica poco común llamada deficiencia cerebral de folato, que puede causar síntomas neurológicos similares a los observados en algunas personas con autismo.
Expertos señalan que los resultados de la leucovorina en ensayos pequeños son prometedores, pero aún se requieren estudios más amplios y rigurosos.
Asimismo, los especialistas recuerdan que décadas de investigación no han determinado una causa definitiva del autismo, aunque la genética y ciertos factores ambientales podrían influir.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideran que gran parte del aumento en los diagnósticos de autismo se debe a una mejor detección y a la inclusión de comportamientos más variados dentro del espectro.
Trump afirmó además que “tomar Tylenol no es bueno” y advirtió sobre su uso frecuente en niños durante la vacunación, sin presentar evidencia científica que respalde estas afirmaciones.