El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, condenado recientemente a 27 años de prisión por golpismo, fue dado de alta este miércoles tras ser hospitalizado de urgencia el martes. Bolsonaro regresó a su residencia en Brasilia, donde cumple prisión domiciliaria.
Durante su estancia, los médicos le retiraron ocho lesiones en la piel. Dos de ellas fueron diagnosticadas como carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer en estado precoz, que por el momento no requiere tratamiento, aunque sí un seguimiento médico periódico para controlar su evolución.
Según su doctor Claudio Birolini, se trata de un cáncer que “no es de los más agresivos, pero tampoco de los más simples”.
Bolsonaro, de 70 años, ingresó al hospital con anemia persistente y alteraciones en la función renal, que provocaron vómitos, mareos y presión baja.
Los médicos informaron que estos problemas ya se han estabilizado y que continuará su recuperación bajo vigilancia médica en su domicilio.
El expresidente ha enfrentado problemas de salud desde 2018, cuando fue apuñalado durante la campaña electoral.
Sin embargo, los especialistas aclararon que ni el cáncer ni las complicaciones recientes están relacionadas con aquel incidente, que anteriormente requirió múltiples intervenciones quirúrgicas por problemas intestinales.
La semana pasada, la Corte Suprema condenó a Bolsonaro y a siete exministros y jefes militares a penas de entre 16 y 27 años por intentar un golpe tras perder las elecciones de 2022 frente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.