El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció su dimisión este domingo, un día antes de una reunión clave de su partido para decidir sobre un adelanto extraordinario de primarias que lo habría removido del liderazgo del partido y del gobierno, ante el creciente reclamo de asumir la responsabilidad por la histórica derrota en las elecciones parlamentarias de julio.
"He decidido dimitir como líder del Partido Liberal Democrático (PLD), así que, de acuerdo a los estatutos internos, la convocatoria de una campaña extraordinaria para escoger a un nuevo presidente ya no es necesaria", dijo Ishiba en una rueda de prensa convocada de forma apresurada tras la filtración poco antes de su decisión.
"Llevo un tiempo diciendo que no tenía intención de aferrarme al cargo y que anunciaría mi decisión en el momento adecuado", declaró Ishiba, que añadió que ese momento es ahora, un día después del regreso al país del negociador nipón en materia de aranceles, Ryosei Akazawa, tras la firma de la orden ejecutiva estadounidense para rebajar al 15% las tasas que pesan sobre los vehículos japoneses.
Akazawa, también ministro de Revitalización Económica y estrecho colaborador de Ishiba, fue uno de los miembros de su gabinete presentes durante la comparecencia, junto al portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi, entre otros.
Ishiba, que permanecerá como primer ministro hasta que el PLD escoja a su nuevo líder, aseguró que el acuerdo comercial alcanzado con la administración del presidente Donald Trump es un "hito" para Japón, y llamó a su sucesor a implementar de forma integral sus términos y abordar las preocupaciones y dudas que puedan surgir en torno al pacto, como ocurrió durante su gobierno.
La dimisión es una muestra también de su voluntad de asumir la responsabilidad de los resultados electorales de los comicios parciales a la Cámara Alta del pasado 20 julio, dijo, en los que la coalición gobernante perdió la mayoría en la instancia, desatando una revuelta en el seno de su partido para despojarlo del liderazgo.
La dimisión de Ishiba como presidente del PLD conlleva también su dimisión como primer ministro. En Japón, el cargo de primer ministro lo ocupa el líder del partido más votado en unas generales, y un cambio de presidente en la formación deviene consigo un cambio en la jefatura de gobierno.