El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió con una alfombra roja y gran entusiasmo a su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la base aérea de Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage, Alaska.
Este encuentro marca su primer cara a cara desde 2018 y tiene como objetivo principal lograr un alto el fuego en Ucrania.
Trump y Putin se saludaron con un enérgico apretón de manos y luego caminaron hasta un podio con las letras “Alaska 2025”, donde posaron ante las cámaras antes de subir al coche presidencial que los llevó al Centro de Eventos Arctic Warrior.
En la reunión estarán presentes, por Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff, mientras que Putin estará acompañado por su asesor presidencial Yuri Ushakov y el ministro de Exteriores Sergei Lavrov.
La cumbre, inicialmente planeada como un encuentro bilateral, ahora contará con estos acompañantes, en lo que se espera sea una jornada intensa de entre seis y siete horas, según informó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Además de Lavrov, Putin llega acompañado por el ministro de Defensa Andrei Belousov, el ministro de Finanzas Anton Siluanov y el jefe del fondo soberano ruso, Kirill Dmitriev. Trump, por su parte, estará acompañado por sus secretarios de Comercio y del Tesoro, Howard Lutnick y Scott Bessent, además de Rubio.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no fue invitado al encuentro, lo que genera preocupación entre él y sus aliados europeos sobre un posible reconocimiento informal del control ruso sobre parte de Ucrania.
Trump intentó tranquilizar estas preocupaciones al asegurar que Estados Unidos no negociará en nombre de Ucrania, sino que busca “sentarlos a la mesa” para discutir un alto el fuego.
Al ser preguntado sobre el éxito de la reunión, Trump afirmó: “Quiero un alto el fuego rápidamente… No me conformaré si no es hoy. Quiero que cesen las matanzas”.