Cuatro de los seis reactores de la central nuclear de Gravelines, ubicada en el norte de Francia cerca de la frontera con Bélgica, han detenido su producción debido a una inesperada invasión de medusas en los tambores filtrantes de las estaciones de bombeo, en la parte no nuclear del complejo, informó este lunes la compañía Electricité de France (EDF) responsable de la planta.
Tres de los reactores se apagaron automáticamente el domingo por la noche, siguiendo los protocolos de seguridad, y el cuarto se detuvo este lunes.
Los dos reactores restantes estaban parados por mantenimiento, explicó EDF, que gestiona los 57 reactores nucleares del país y produce aproximadamente el 70 % de la electricidad francesa.
La compañía aseguró que esta situación no representa ningún riesgo para la seguridad de las instalaciones, los trabajadores ni el medioambiente. Actualmente, los técnicos trabajan para reanudar la producción con todas las garantías de seguridad.
Gravelines es la mayor central nuclear de Europa occidental en cuanto a número de reactores y capacidad, con seis unidades de 900 megavatios cada una.
Además, se planea que para 2040 entren en funcionamiento dos nuevos reactores de tecnología avanzada EPR2, capaces de generar hasta 1,600 megavatios cada uno.