Tailandia y Camboya acordaron un alto el fuego “incondicional” tras varios días de intensos enfrentamientos en su frontera.
El pacto fue sellado este lunes con un apretón de manos entre los líderes de ambos países, luego de reunirse en Malasia para negociar la paz, con el respaldo del primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.
"Entrará en vigor a partir de las 24 horas locales, la medianoche del 28 de julio de 2025, esta noche", anunció Ibrahim, quien calificó el acuerdo como "un primer paso fundamental hacia la desescalada y el restablecimiento de la paz y la seguridad".
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, expresó su esperanza en que ambas naciones respeten la tregua con sinceridad. Por su parte, el primer ministro camboyano, Hun Manet, señaló que este acuerdo representa una oportunidad para "volver a la normalidad".
En los últimos días, Camboya acusaba a Tailandia de invadir su territorio, mientras que Tailandia denunciaba ataques indiscriminados desde el lado camboyano. A pesar de estos cruces de acusaciones, tanto Bangkok como Phnom Penh habían manifestado su voluntad de evitar una “guerra total”.
Durante el fin de semana, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con congelar las negociaciones sobre los nuevos aranceles que entrarían en vigor el 1° de agosto si no se alcanzaba un cese de hostilidades. Estados Unidos y China participaron como consultores en estas discusiones.
Este cese de fuego llega en un momento delicado para Tailandia, que ha visto peligrar su industria turística, una de sus principales fuentes de ingresos, debido al conflicto.
Aunque los enfrentamientos comenzaron hace una semana, las tensiones datan de décadas atrás, marcadas por la delimitación fronteriza durante el período colonial francés.
Hasta el momento, los choques han dejado al menos 35 muertos y 280.000 personas desplazadas, según el último balance.