El gobierno de Sudán del Sur confirmó este miércoles la llegada de ocho personas deportadas por Estados Unidos, entre las que se incluyen dos cubanos, un mexicano y únicamente un ciudadano sursudanés, que habían permanecido retenidos en una base militar estadounidense en Yibuti desde finales de mayo.
Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, las personas arribaron el 5 de julio al Aeropuerto Internacional de Yuba bajo un proceso de repatriación coordinado por autoridades estadounidenses.
Actualmente, se encuentran bajo custodia y están siendo evaluados por las instituciones competentes, conforme a las leyes nacionales e internacionales.
El gobierno sursudanés explicó que esta acción refleja su compromiso con la cooperación internacional y la responsabilidad humanitaria. También destacó que la decisión de recibir a los deportados se relaciona con los vínculos históricos y políticos que mantiene con los países de origen de algunos de ellos.
La medida ocurre en el contexto de una colaboración diplomática en curso entre Sudán del Sur y Estados Unidos, centrada en seguridad, ayuda humanitaria y asuntos consulares. En el comunicado oficial se resaltó que la respuesta a la solicitud estadounidense fue un acto de buena voluntad y respeto mutuo.
Las autoridades no ofrecieron detalles sobre el historial de los deportados, pese a reportes no confirmados sobre antecedentes penales.
Esta deportación ocurre mientras el presidente Donald Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, impulsa una política de expulsiones exprés, lo que ha generado críticas por supuestas violaciones a derechos humanos como el debido proceso.
Sudán del Sur, que enfrenta una compleja situación política y es considerado el país más pobre del mundo, continúa siendo parte de los movimientos migratorios internacionales impulsados por decisiones de política exterior.