Al menos 200 personas han muerto a causa de las intensas inundaciones que azotaron la ciudad de Mokwa, en el estado de Níger, centro-norte de Nigeria.
Las lluvias torrenciales, que comenzaron antes del amanecer en días recientes, provocaron un desbordamiento repentino que afectó gravemente a esta zona agrícola y comercial ubicada a unos 380 kilómetros de Abuja.
Musa Kimboku, vicepresidente del gobierno local, confirmó el número de víctimas y señaló que las labores de rescate fueron suspendidas al no esperarse más sobrevivientes. Las autoridades trabajan ahora en la recuperación de cuerpos para evitar brotes de enfermedades.
Según el portavoz del servicio de emergencia estatal, Ibrahim Audu Husseini, la inundación dejó también 11 heridos y desplazó a más de 3,000 personas.
Alrededor de 500 viviendas en tres comunidades quedaron bajo el agua en apenas cinco horas, con techos sumergidos y residentes intentando rescatar pertenencias y ayudar a otros.
Dos puentes colapsaron y dos carreteras fueron destruidas, complicando aún más la situación.
El presidente nigeriano, Bola Tinubu, envió sus condolencias y ordenó una respuesta de emergencia para asistir a los afectados y acelerar la recuperación.
Las inundaciones son frecuentes durante la temporada de lluvias en Nigeria, pero esta ha sido especialmente devastadora en Mokwa, donde la combinación de sequías prolongadas y lluvias extremas, agravadas por el cambio climático, ha causado graves daños.
Líderes locales señalaron que la población no está acostumbrada a fenómenos de esta magnitud y que las obras de prevención han sido postergadas durante años.