Este sábado, Ucrania y Rusia llevaron a cabo la segunda fase de un importante intercambio de prisioneros de guerra, liberando a 307 militares de cada lado. La operación forma parte de un acuerdo alcanzado en Estambul la semana pasada para intercambiar un total de 1,000 prisioneros por bando, marcando un raro momento de cooperación en medio del prolongado conflicto.
Según informó el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, entre los liberados hay soldados del Ejército, la Guardia Nacional y el Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania, muchos de los cuales llevaban cautivos desde 2022. La mayoría fueron capturados en la región de Donetsk, aunque también hay casos procedentes de Jersón, Zaporiyia, Járkov y Lugansk.
Con los 390 prisioneros intercambiados el viernes, ya son 697 los ucranianos que han regresado a casa en los últimos dos días. Se espera una tercera fase del canje este domingo, lo que lo convertiría en el mayor desde que comenzó la invasión rusa en 2022.
Pese al avance humanitario, los enfrentamientos continúan. El mismo sábado, un ataque ruso con drones y misiles sobre Kiev dejó al menos 15 heridos y dañó viviendas y un centro comercial. Zelenski denunció que Moscú
"alarga la guerra con más violencia"
y reiteró su disposición al diálogo, pero subrayó que
"Rusia no está preparada para ningún paso hacia la paz".
Ucrania llama a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre Moscú para avanzar hacia una solución real y duradera al conflicto.