El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció el jueves que enviará una delegación encabezada por su ministro de Defensa a Estambul para iniciar las primeras conversaciones de paz directas con Rusia desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022.
Esta decisión se tomó tras la negativa del presidente ruso, Vladímir Putin, a participar en una reunión cara a cara en Turquía, propuesta por Zelenski durante recientes maniobras diplomáticas.
En una conferencia de prensa en Ankara, Zelenski señaló que la delegación rusa no incluye a “nadie que realmente tome decisiones” y acusó a Moscú de no tomar en serio los esfuerzos para poner fin a la guerra.
Sin embargo, explicó que para demostrar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que Ucrania busca la paz, decidió enviar a funcionarios desde Ankara a Estambul —ubicada a más de 400 kilómetros— para estas primeras negociaciones directas desde marzo de 2022.
El equipo ucraniano estará liderado por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, y tiene como objetivo “intentar al menos los primeros pasos hacia la desescalada, los primeros pasos hacia el fin de la guerra, es decir, un alto al fuego”.
La ausencia de Putin rompió las esperanzas de avances en el proceso de paz, que había ganado impulso en meses recientes gracias al apoyo del gobierno de Trump y líderes de Europa Occidental.
Esta situación también aumenta la probabilidad de que se intensifiquen las sanciones internacionales contra Rusia, las cuales han enfrentado obstáculos en Occidente.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió a Zelenski con una guardia de honor en Ankara antes de sostener conversaciones bilaterales.
“Ahora, después de tres años de inmenso sufrimiento, finalmente hay una ventana de oportunidad”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, en una reunión de la OTAN que se lleva a cabo por separado en Turquía. “Las conversaciones podrían abrir un nuevo capítulo”.
La guerra ha causado la muerte de decenas de miles de soldados de ambos bandos y más de 12 mil civiles ucranianos, según datos de la ONU. El conflicto continúa activo a lo largo de una línea de frente de aproximadamente mil kilómetros, mientras las fuerzas rusas preparan una nueva ofensiva, según informes del gobierno ucraniano y analistas militares occidentales.
En el último día, al menos cinco civiles murieron y 29 resultaron heridos en regiones orientales de Ucrania, donde el ejército ruso intenta avanzar, informaron autoridades locales.