Proteger a tu mascota del frío es fundamental para evitar la hipotermia, una condición que puede poner en riesgo su salud durante el invierno.
Con la llegada de los meses fríos a México, es fácil reconocer esa sensación incómoda que provocan los escalofríos. Nuestros perros también la experimentan, aunque a veces sea difícil notarlo, por lo que es importante identificar los comportamientos que indiquen que están pasando frío o podrían sufrir hipotermia.
Aunque la hipotermia es una emergencia médica y ocurre generalmente en situaciones extremas o tras la exposición prolongada al frío, los animales son más vulnerables, ya que no cuentan con las mismas herramientas que los humanos para entrar en calor.
Según especialistas en salud canina, la temperatura corporal promedio de un perro es de 38.3 a 39.2 °C. Se considera hipotermia cuando estos valores caen por debajo de lo normal.
Medir la temperatura de tu perro en tiempo real puede resultar complicado si no se tiene el equipo adecuado. Por ello, es importante conocer otros signos que indiquen que tu mascota está en peligro.
Cómo detectar la hipotermia en perros
Los veterinarios señalan que si la temperatura corporal baja a 37.2 °C, tu perro puede estar en riesgo. El síntoma más evidente es el temblor. Si esto ocurre, observa su comportamiento: por instinto, buscarán lugares cálidos. Además, orejas, patas, cola y piernas se sienten frías al tacto.
Cuando la temperatura desciende entre 31.9 y 28 °C, se considera hipotermia moderada. Los signos suelen ser más claros, entre ellos:
- Quejidos, especialmente en cachorros
- Postura encorvada
- Encías pálidas, azuladas o grises
- Tropezones o dificultad para caminar
- Aletargamiento
- Frecuencia cardíaca lenta
- Reflejos disminuidos
- Confusión
- Congelación de extremidades
Si la temperatura baja de 28 °C, se trata de hipotermia grave, con efectos como:
- Pupilas fijas y dilatadas
- Ritmo cardíaco irregular
- Respiración lenta
- Pérdida de conciencia
Qué hacer si tu perro sufre hipotermia
En casos moderados o graves, acude al veterinario de inmediato. El tratamiento puede incluir fluidos calientes por vía intravenosa, monitoreo de la frecuencia cardíaca y oxigenación.
En episodios leves, se puede actuar en casa, aunque la consulta veterinaria siempre es recomendable. Se aconseja cubrir al perro con mantas térmicas, ofrecerle caldo de hueso caliente y secar su pelaje con una toalla. Regular la temperatura del ambiente a entre 24 y 26 °C también ayuda a recuperar el calor corporal.
La hipotermia puede tener consecuencias graves, como daño irreversible en los tejidos o fallo orgánico, incluso la muerte. Por ello, es vital estar atento a tu mascota y actuar de inmediato ante cualquier síntoma.
